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Santiago Lago Peñas.

¿Recesión a la vista?

El desplome de las bolsas en las últimas semanas y la alta volatilidad de los mercados financieros internacionales han sido interpretadas como el preludio de una nueva recesión a escala mundial ¿Es razonable esta interpretación?

Los datos de la economía real no lo avalan. Es verdad que hay zonas del globo con indicadores negativos: desaceleración en China, algunas señales negativas en la economía estadounidense; recesión en Brasil, Rusia o Venezuela consecuencia de desequilibrios anteriores y la caída de precios de las materias primas? Pero las previsiones de crecimiento del PIB para 2016 son claramente positivas en la mayoría de las áreas geográficas y las estadísticas que conocemos no soportan el diagnóstico de una inminente recesión global.

Es verdad que existen riesgos y que, por tanto, las cosas se pueden torcer. Pero las estimaciones de la probabilidad de recesión a corto plazo existentes en los diferentes países proporcionan de nuevo cifras bajas o muy moderadas. Por ejemplo, para Estados Unidos, el Servicio de estudios del BBVA estima una probabilidad del 25%.

Por eso, para entender lo que está ocurriendo hay que pensar en otros factores. Por ejemplo, en una sobrerreacción de los mercados ante la combinación de riesgos, como ha ocurrido muchas otras veces. En este caso, lo que tendríamos que ver en las próximas semanas sería una rápida recuperación de las cotizaciones bursátiles. Otra posibilidad, mucho más preocupante, es que el problema se encuentre fuera del mundo de la economía real; que la hipertrofiada ý mal regulada economía financiera vomite sus excesos sobre el mundo de las personas y las empresas.

Porque es verdad que algunos países hemos limpiado mucho en el sistema financiero, pero otros no tanto. Y que es altamente probable que queden rescoldos de la gran recesión. En este caso, tendríamos un argumento más para continuar en la tarea de embridar a los mercados financieros, ponerles coto, reforzar las estructuras de gobernanza a escala continental y mundial.

Los mercados son una herramienta enormemente útil e irrenunciable para nuestras Sociedades. Pero los mercados descontrolados son, en la mayoría de las ocasiones, una bomba en potencia.

*Director de GEN (Universidade de Vigo)

@SantiagoLagoP

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