Que todos los grupos políticos se pongan de acuerdo no es habitual. Suele suceder cuando la demanda es obvia. Como la de los lesionados medulares del sur de Galicia, a los que se condena a sufragar costosos viajes hasta A Coruña si quieren recibir una atención especializada a sus complejos problemas que, no olvidemos, sufrirán toda la vida. Al unísono y a iniciativa del PP -sí, el mismo que está al frente de la Xunta; sí, el que manda en Sanidade-, el Parlamento pidió atención para ellos en Vigo. Año y medio después y a la vista de los resultados, uno se pregunta: ¿De qué sirven los acuerdos de la Cámara?