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Cómo se salvó el Teatro Principal

Dos recientes noticias nos han motivado para escribir el presente artículo acerca del Teatro Principal de la calle de la Paz, salvado in-extremis gracias a las acciones que a seguir comentaremos. La primera noticia es que falleció hace unos días nuestro amigo José Román Ferreiro, el que durante años había sido un importante directivo del Cine Club Miño, que precisamente tenía sus sesiones cine-clubistas en la sala del Principal, y normalmente los domingos por la mañana, incluso en los meses de invierno, sin calefacción, por lo que los socios de la entidad pasaban un frío enorme, pero la afición por el buen cine superaba la carencia del calor. La segunda noticia, más actual, es la del problema de tener funcionando este bello local con la enorme carga económica que es para la Diputación mantenerlo abierto y con vida, con una cifra de gasto anual muy cercana al millón de euros. Tema por el que está en estudio privatizar su gestión, si existe alguna entidad dispuesta a gestionarlo. Una de las mayores cargas es sostener la elevadísima partida destinada a salarios del personal.

Son muy pocos los ourensanos que conocen todo lo sucedido en su momento para lograr salvar esta bella joya ourensana, situada en el mismo corazón de la ciudad, a escasos metros de la Catedral, el Liceo, el Ayuntamiento, Santa Eufemia, Santo Domingo, el café Latino, la Plaza Mayor, la Plaza del Hierro, el edificio Simeón, las viviendas de Vicente Risco, Otero Pedrayo, Cuevillas y Joaquín Lourenzo y la calle del Paseo. Corría el año 1975 y los diez propietarios del Principal y de todo el edificio querían venderlo a algún constructor, dispuesto a derribarlo y levantar en su lugar otro horrendo edificio y adefesio como muchos de los que tenemos en Ourense, después de haber derribado, aplicando la terrible piqueta, antiguos edificios nobles, que, por culpa del negocio inmobiliario, dieron paso a casas de pisos y viviendas, sin respetar los mínimos principios arquitectónicos y el arte de la obra original derribada.

Por suerte, también en noviembre de 1975 (mes en el que falleció el dictador Franco), un grupo de ourensanos con sensibilidad y con un enorme amor por su ciudad, decidieron constituirse en plataforma para salvar el antiguo teatro de la rúa da Paz. El grupo básico estaba integrado por el pintor Pepe Conde Corbal, el cineasta Eloy Lozano Coello, ambos ya desaparecidos, el arquitecto Santiago Seara Morales y el profesor y pedagogo José Paz Rodríguez. Por propuesta de Conde Corbal, alma mater del grupo, siguiendo el típico humor y retranca del genial Vicente Risco, del que era un gran admirador, fue denominado el colectivo como "Grupo Adepende" y la campaña con el lema "Tráta-se de salvar o Teatro Principal". El grupo contó con la inestimable ayuda de la periodista Maribel Outeiriño, que en ese momento entrevistó a Ramón Otero Pedrayo, y son de resaltar sus palabras lapidarias: "É mais importante salvar o Principal que unha igrexa románica. Igrexas hai moitas, Teatro só un". El Colegio de Arquitectos de Ourense, con Carlos Estévez a la cabeza, ayudó económicamente para poder organizar una "Mostra Fotográfica" alrededor del Teatro, que fue diseñada por el grupo "Adepende", antes mencionado, y expuesta en diciembre de 1975 en el Liceo Recreo, de la que existe una colección de diapositivas. Muchas de las fotos de la misma habían sido hechas por el fotógrafo ourensano Del Río, que también aportó su grano de arena en la salvación del Principal. Como la aportó así mismo el Cine Club Padre Feijóo, presidido en aquel momento por el profesor de la Escuela Normal Emilio Losada Vila, que contaba también en su directiva, como secretario, con el profesor José Paz de la misma Normal, y como vocal a Segismundo Bobillo Morgade, del Liceo Recreo. Para recaudar fondos para la campaña, y sensibilizar sobre la recuperación del Teatro, el Cine Club proyectó, en el salón de actos del Colegio de los PP. Salesianos, el film inglés Un sabor a miel, dirigido por Tony Richardson.

Durante todo el mes de noviembre y algunos días de diciembre del año 1975, en sus horas libres, el grupo "Adepende" elaboró y diseñó la "Mostra" con fotos, carteles y paneles, en el estudio artístico de Conde Corbal, localizado en el Parque de S. Lázaro, en un bajo y patio interior muy próximo al antiguo Hotel Parque. Por acertada propuesta de Conde Corbal, los textos utilizados, y en cierto modo también recuperados, eran de la autoría de Vicente Risco, del famoso libro titulado El Orense perdurable, con textos de Risco y diseños de Conde.

Tomando como corazón de la exposición el Principal, se fueron colocando en los diferentes paneles los entornos del Teatro, las calles, los monumentos, las estatuas, las plazas y las "desfeitas" tan habituales durante años en nuestra ciudad, algunas de las que, precisamente, se estaban llevando a cabo en aquel momento en Ourense, los traslados históricos sin sentido y razón alguna acontecidos, que el bueno de Ben-Cho-Shey ya había denunciado de forma satírica en un hermoso artículo suyo en la revista Nós. Durante décadas en nuestra ciudad se eliminaron edificios nobles, de arquitectura memorable, para colocar en su lugar horribles adefesios.

Construido en 1830

El Principal había sido construido en el año 1830, siguiendo el modelo italiano, síntesis del arte barroco y el arte romántico. Modelo típico en aquellos tiempos, también seguido para los teatros "Beatriz Galindo" de Madrid, y los Principal de Tui y Pontevedra. Ya en el año 1845 nuestro Teatro Principal aparece mencionado en el famoso diccionario Madoz. Existe una leyenda en nuestra ciudad, muy próxima a la realidad, de que el ourensano Santiago Sáez, de ideología liberal, tuvo en su momento problemas para poder acceder a otros locales teatrales y culturales. Picado en su amor propio decidió construir nuestro Teatro Principal y dejar además así, constancia de su poderío económico, mostrando a sus detractores que se habían equivocado con su ideología. Sus descendientes ejercieron de banqueros en Ourense, profesión de la familia Sáez Pastor. En 1980 un miembro de la familia aparece como comisionado del Banco de España en nuestra ciudad, siendo el propietario del Principal, por tanto, el primer director de dicho banco en Ourense.

Desde que se inauguró el Principal, además de ser un estupendo escenario teatral y tener una inmejorable acústica, sirvió durante muchas décadas para ser también escenario de numerosos actos culturales de todo tipo, de danza, música y conciertos, conferencias, congresos, e incluso de mítines políticos variadísimos. Posteriormente sufrió varias remodelaciones, adaptándose a los diferentes tiempos y usos, y dos de ellas muy importantes, siendo la que más la realizada en el año 1915 para adaptar la sala a las proyecciones cinematográficas de cine mudo, pues el sonoro apareció más tarde. El techo y los decorados, en una de sus reformas, habían sido realizados por nuestro ilustre pintor Ramón Parada Justel. Para poder pasar cine se construyó una cabina donde se instalaron dos proyectores de 35 mm. de arco voltaico, y cuando surgió el cine hablado se instalaron los oportunos bafles, y en el escenario se colocó una gran pantalla para poder ver las imágenes. En la cabina actual se instaló un moderno proyector de lámpara halógena, en los inicios del Ourense Film Festival (OUFF), para poder realizar algunas proyecciones. Los antiguos proyectores son sin duda verdaderas piezas de museo que habría que conservar. Infelizmente, el nuevo proyector, que costó en su día bastante dinero su adquisición, casi no se utiliza. Excepto para algunas de las sesiones del Festival de Cine en el mes de noviembre.

A partir del momento en que se adapta la sala para cine, también es alquilada para actos culturales importantes, para festivales de tipo benéfico y para actuaciones de compañías de teatro y zarzuelas que periódicamente pasaban de gira por nuestra ciudad. Cuando en 1961 se crea el Cine Club Miño, el Principal acoge los domingos por la mañana sus sesiones cine-clubistas, tal como señalamos antes. Además de José Román, citado al comienzo y recientemente fallecido, sus dinamizadores eran Jos Oliver, Eligio Lameiras y el periodista Arturo Lezcano.

Como empresa de proyecciones cinematográficas, en la sala del Principal se proyectaron numerosos films clásicos, reestrenos de películas proyectadas antes en otras salas de la ciudad, que habían tenido mucho éxito en su estreno, y las famosas sesiones continuas en programa doble de dos films, con entrada única a pagar. Existen además muchas anécdotas sobre los acomodadores del cine, especialmente con el encargado de la última planta conocida como "gallinero" o general, donde la entrada costaba en los años sesenta, cuatro de las antiguas pesetas. A principios de los años setenta la sala se cierra y el local es adquirido por varios socios, con la intención de hacer negocio con su venta a algún desalmado constructor. Y es cuando en 1975 nace el grupo "Adepende" para salvarlo. Santiago Seara, arquitecto ourensano, diseña el proyecto de restauración del Principal, respetando al máximo el edificio original, el techo, los decorados, y proponiendo en la última planta locales para el Cine Club Padre Feijóo, la Filarmónica y, entre otras entidades, la Coral de Ruada, única entidad que tiene todavía hoy su local y sus ensayos allí. Infelizmente, no se le encargó a Seara la restauración, una vez adquirido el edificio en 1982-83 por la Diputación Provincial, que presidía Victorino Núñez. Durante años, con gran esfuerzo, sin contar con la colaboración de otras instituciones ourensanas, se llevó a cabo la restauración definitiva, encargándose de la misma el arquitecto de la entidad provincial Emilio Fonseca Moretón, que decidió no mantener el techo y decorados iniciales de Parada Justel, encargando el diseño del techo al pintor Xaime Quessada. Pese a todo, la recuperación tal como finalmente quedó ha sido también digna. En 1990, siendo Conselleiro de Cultura el ourensano Daniel Barata, fue inaugurado tal como hoy lo tenemos. El primer gerente del Principal, que durante el tiempo que lo gestionó antes de jubilarse lo hizo de forma excelente, fue Manuel Rego Nieto, funcionario de la Diputación, que por suerte lo tenemos todavía entre nosotros. Mucho nos gustaría que la responsable actual lo hiciese por lo menos la mitad de bien que lo hacía Rego.

(*) Educador social y animador cultural

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