La inquietud y la experiencia de la vida me quita el sueño pensando que las consellerías de Medio Ambiente y Medio Rural de la Xunta de Galicia no son capaces de acertar de lo que es la totalidad y la realidad del rural gallego, sobre todo la de Medio Ambiente. O no quieren o no saben.

Empezando por el agua y las plantaciones masivas en nuestros montes de eucalipto. Eso hace que las aguas disminuyan porque el eucalipto absorbe muchísima agua y por eso los caudales de los ríos, regatos y manantiales bajaron muchísimo. Al mismo tiempo, para la caza menor, en donde existen muchos bosques de eucalipto, el conejo y la perdiz no son capaces de sobrevivir. Y los purines había que reciclarlos y las depuradoras que funcionen al 100% pues, si eso no funciona, es imposible que haya pesca, porque las aguas seguirán contaminadas y jamás volverá a haber pesca.

En fin, como conocedor de lo que es el tema forestal, porque lo trabajé mucho, pues soy un exindustrial de serrador de primera fase, yo recomendaría que irían muy bien plantaciones de castaño, pino autóctono gallego, cerezos y nogales. También ya se están fomentando en zonas adecuadas los olivares y los montes rasos. Antiguamente se cavaba el terrón y se dejaba secar bien y se hacían las murradas, se les plantaba fuego y luego se extendía esa ceniza y se sembraba el trigo y el centeno. Ese cereal era una abundancia para los agricultores. Yo sé como se hace porque viví esos tiempos. Y para las perdices y codornices era un alimento eficaz y por eso había tantos bandos de perdices. Y el conejo comía ese tojo tierno y no daba lugar a que los montes estuviesen infectados. Esa renovación se llamaba estivadar. Ni ardían los montes, porque estaba todo controlado por los mismos dueños.

Si eso se volviese a hacer los montes se podrían recuperar y la Xunta no gastaría ni un céntimo de euro en los incendios ni en subvenciones. Yo les digo a los técnicos de la Xunta que "o demo sabe máis por vello ca por demo"; la teoría es buena, pero la práctica que no falte. Si esto no se hace los labreguiños moriremos á miñoca. Y las sociedades de caza deberían tomar nota de este tema. Y las federaciones, que dejen de ser simplemente un símbolo que nos representan a dichas sociedades. Y así termina este incondicional amigo cazador procedente del agro.

*Vecino de Silleda