Hace nueve meses, Alberto Núñez Feijóo anunció renovación de "equipos y políticas" para hacer frente al desafecto creciente de la ciudadanía para con el PP en Galicia, un desafecto del que los electores dejaron constancia en su paso por las urnas para elegir alcaldes. Esta semana el PPdeG abrió la segunda fase de la operación Renove con el anuncio de la retirada de Rafael Louzán y Carlos Negreira de la primera línea política. El plan de recambio empezó a ejecutarse en octubre del pasado año cuando Feijóo remodela su equipo y coloca a José Manuel Rey Varela, nacido en 1975, al frente de la cartera de Política Social, a Ángeles Vázquez, de la promoción de 1972, la pone al frente de Medio Rural, y a Jesús Almuiña, el veterano del nuevo trío, pues nació en 1962, en la cartera de Sanidade.
Prosigue el cambio de caras en el PPdeG, que en marzo tendrán nuevos presidentes provinciales en Pontevedra y A Coruña. El interrogante es si la renovación anunciada hace nueve meses, culmina su gestación ya. O habrá más partos. Desconocemos el alcance del plan renove diseñado por Feijóo, un maestro en el manejo de los tiempos políticos y en la discreción de sus nombramientos.
El PPdeG mantiene su apoyo a Manuel Baltar, dispuesto a la releección como presidente provincial, tras su citación en calidad de investigado por un presunto caso de cohecho, a raíz de la denuncia de una mujer por acoso sexual. En Lugo, los populares han marcado fecha ya para el cónclave (6 de marzo), pero José Manuel Barreiro, portavoz del PP en el Senado, no ha aclarado todavía su futuro. Deshoja la margarita de su porvenir. No es el único. ¿Está Feijóo cerrando el ciclo que inició hace diez años, cuando tomó las riendas del PPdeG, y el colofón final será su anuncio en abril o mayo de que no optará a un tercer mandato en la Xunta? ¿O está dando paso a una nueva generación de políticos para dar un impulso a su proyecto con la firme intención de seguir él al frente, como voz experimentada?
En A Coruña, el PPdeG apuesta por Diego Calvo, expresidente de la Diputación y ahora delegado territorial de la Xunta, para suceder a Carlos Negreira, que aspiraba a ser el Paco Vázquez del PP coruñés, y el pasado 24 de mayo se vio descabalgado de su sueño por En Marea. La derrota fue mayor porque el barón herculino también veía a su partido desplazado de las alcaldías de Ferrol y Santiago y de la Diputación de A Coruña. Las elecciones generales de diciembre fueron el golpe final, al registrar su demarcación el peor resultado del PP en Galicia: dos escaños menos y un 16% de votos menos. A Calvo puede surgirle competidor, pero con escasas opciones, cuentan en el PP herculino. Javier Escribano, que fue diputado autonómico desde 2009 hasta 2011, cuando dejó el escaño al verse salpicado por el caso Arena, aunque finalmente el caso se archivó.
¿La elección de Diego Calvo, nacido en 1975, permite entrever por dónde pueden ir los tiros en Pontevedra y si es el caso en Lugo, con una apuesta por caras jóvenes que puedan competir con los bien parecidos candidatos de Ciudadanos y la energía de los políticos de En Marea, en un tiempo en que la juventud es un valor en sí? Puede. O no. Que diría Mariano Rajoy. En Pontevedra, cuando se pregunta a los dirigentes del PP por el posible recambio de Louzán, que ya preparaba su marcha antes de las municipales tras 16 años al frente del PP provincial, aunque al final se ha ido con el sabor de la derrota en los labios, el primer nombre que se pone encima de la mesa sin dudar es Alfonso Rueda, y como coletilla, pero "la decisión es de Feijóo". No de Rueda. Es de Feijóo.
La candidatura del vicepresidente de la Xunta no tendría discusión, ni oposición, pero es objeto de debate. ¿Debería dejar la secretaría xeral del PPdeG y "descender" a una presidencia provincial? ¿Quién sería entonces el número dos de los populares gallegos, el ferrolano José Manuel Rey Varela, al que parte del PPdeG ha convertido en el símbolo de la renovación que necesita la organización conservadora? ¿Es mejor ser el secretario xeral o controlar un territorio? ¿Pierde opciones Rueda de ser el sucesor de Feijóo si deja la secretaría xeral y opta por el PP de Pontevedra? ¿Para qué ocupar la presidencia provincial en marzo si dentro de uno o dos meses cabe la posibilidad de que esté tomando las riendas del PP gallegos y siendo señalado como el sucesor de Feijóo, si éste finalmente decide no continuar? Hay respuestas para todos los gustos. Como se resuelva el relevo de Louzán puede ayudar a entender que pasará a nivel autonómico, y por donde va el titular de la Xunta, quien ha convencido a Madrid de que en Galicia los congresos provinciales y el autonómico deben anticiparse al nacional, por mor de las elecciones autonómicas. Totalmente lógico. Eso sí, llama la atención que los congresos provinciales se adelanten al gallego, pues la costumbre es que el regional se celebre primero y no al revés. Con este movimiento, Feijóo gana tiempo para tomar una decisión sobre su futuro y, como no, ver si se clarifica o no la situación política en Madrid. Para entonces, seguro que ya sabremos como se resuelve el sudoku del 20-D.
Si al final la opción de Rueda no cuaja, los candidatos para que el PPdeG afiance la renovación son varios. La regidora de Mos y portavoz del PP en la Diputación de Pontevedra y persona de confianza de Rafael Louzán, Nidia Arévalo, es una opción. María Ramallo, alcaldesa de Marín, nacida en 1970, es otra. Igual que el regidor de A Estrada, José Carlos López Campos, de 42 años. Algunos defienden que por ahí deben ir los cambios. "Renovar, no hacer un apaño, apostando por gente joven con quien puedan identificarse los ciudadanos", explican. Otros razonan que en momentos de zozobra, al frente del navío, mejor no arriesgar y colocar a alguien ya aprendido.
La opción que sí parece que no saldrá adelante es la de Jesús Vázquez Almuiña. El conselleiro de Sanidade "tiene demasiado trabajo" y no puede hacerse cargo también del partido en Pontevedra. Además tampoco quiere, su prioridad es que "el hospital Álvaro Cunqueiro funcione bien". "No es razonable. Los consellleiros de Feijóo no son comos los de Fraga, que tenían grandes equipos en los que podían delegar", explican. La crisis obligó a los miembros del Consello a recortar equipo, y compaginar tareas es harto complicado. La excepción es Rueda.
| PSdeG. La Diputación de Lugo volvió a vivir un espectáculo poco edificante en la semana que termina con el regidor díscolo Darío Campos llamando "vaca sin cencerro" al presidente del ente provincial, y éste replicando que el alcalde de Becerreá es "un toro desbocado". Los socialistas tienen un problema serio en el ente provincial. Cruce de descalificativos al margen, el ente, en manos de PSdeG y BNG, no ha aprobado sus presupuestos del año. Necesitan el voto del regidor rebelde, con expendiente de expulsión del partido, o llegar a un acuerdo con el PP. Un partido que aspira a ser alternativa de gobierno no puede ser rehén de un voto. En esta situación, el PSdeG pierde puntos, pero más los lucenses.
