Fruto de circunstancias que unen, los milagros existen. Llovía sobre mojado y había mucha sangre derramada, muchas lágrimas y como el verso de García Lorca: "Mil panderos de cristal, herían la madrugada". Sin embargo, esto ya no es lo que era, tenemos que reconocerlo. El servicio militar, como decía la canción de Silvio Rodríguez: "Se ha perdido ayer", aunque algunos tengan añoranza y en vinilo "El novio de la muerte". Tal vez sea la unidad del madridismo la que está en juego, o la continuidad de Florentino Pérez... ¿Qué importa eso? Vemos el peligro en Pablo Iglesias, líder del partido político Podemos y nos preocupa que su compañero de viaje, Íñigo Errejón, no tenga barba todavía. Pero no vemos el peligro que puede suponer el candidato republicano Donald Trump a la presidencia de los USA. Conocemos el significante o imagen acústica de esta Tercera gran guerra que asola el mundo, pero no muy bien su significado; no conocemos los detalles, por lo que no tenemos la capacidad para "darle forma". Es una guerra demasiado abstracta, por lo que sólo unos pocos son capaces de comprender y entender el presente, porque para entender y comprender necesitamos saber lo que ocurrió, y eso es la Historia. Aquello que es causa y consecuencia, y que por lo tanto guarda relación, entrelaza, se repite, secuencialmente; substancia y accidente. Lo cantaba muy bien Serrat: "Empieza a vivir, empieza, a morir de punta a punta." La guerra circunda el mundo, como el Tajo circunda la ciudad de Toledo. No hace falta ser mudéjar o mozárabe para comprender nuestro pasado. En el libro de Rudolf Arnheim "Arte y percepción visual" se enseña a ver, se ve que los colores pesan, que el cuadro se lee mal y hay que cambiar de posición la obra para entenderla. Es cómo la relación España-Cataluña, un conjunto de fuerzas, denominadas "elecciones" permite que nunca se produzca la separación. ¿O no nos llevan diciendo eso de "Se convocan elecciones, para hacerlas coincidir?" durante casi todo el período de democracia?
*Vecino de Silleda
