Los recientes encuentros entre los alcaldes metropolitanos y la Xunta abren nuevos cauces de confraternización formal y, lo que parece, el abandono de la confrontación institucional. Al menos hay bandera blanca en las trincheras. Aunque todavía se está fecundando el germen de lo que tiene que ser el Área Metropolitana de Vigo (AMV), estas reuniones representan un avance hacia un nuevo concepto de la organización y gestión territorial. Viene al caso recordar que este acuerdo de mínimos sobre la formación del AMV ya pudo estar hecho hace seis años, pero no hubo voluntad política quizás por falta de madurez del proyecto. La próxima oferta electoral está acelerando el proceso de la firma histórica para la constitución del nuevo ente metropolitano, y otras cosas más.
Es pronto para describir el horizonte de las competencias que le confiere la Diputación Provincial, pero el futuro metropolitano está cabalgando en Europa con pasos firmes. La mudanza de la piel provincialista por la metropolitana en muchas provincias europeas es un hecho innegable. La Xunta, Vigo y su confluencia territorial no puede seguir por más tiempo en los parapetos de la confrontación.
Para garantizar la independencia y continuidad del AMV no puede aparecer en la sombra ningún poder institucional, ni el efímero control partidista. Eso mismo quiso hacer Jordi Pujol con el área metropolitana de Barcelona -en tiempos pasados- y el proyecto duró poco tiempo. Es momento para construir una identidad territorial metropolitana de Vigo, solidaria, democrática e independiente.
¿Qué elementos construyen la identidad metropolitana viguesa? La identidad es producto de un proceso que se ha construido y reconstruido a lo largo del tiempo, y que tiene estrecha relación con las particularidades culturales y económicas propias de cada concello y de las características que los identifican. Por eso hay que estudiar los temas multidisciplinarios de manera integral para dar contenido a la identidad metropolitana, sin borrar las señas de identidad de cada municipio. El Área es mucho más que el transporte y que afecta a casi todas las actividades de sus componentes.
Como toda construcción política nueva, hoy se plantea la adhesión de la población al nuevo proyecto. Para ello es necesario elaborar un mínimo de identificación territorial a la escala de la nueva entidad, de la nueva autoridad metropolitana. El AMV creará una gran oportunidad para unir las características de los municipios y que se utilicen a favor del mejoramiento de las condiciones sociales, económicas y culturales, cuyos resultados serán más favorables al generar externalidades positivas mayores que lo que se conseguirían de manera individual.
