Faro de Vigo

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I Fiesta Alejandrina 2016

La ría viguesa, previo pago, fue generosa en sabores con nosotros y, por medio de Alejandro Fernández Figueroa, 73 invitados suyos pudieron comer camarones, centollos, cigalas y bogavantes con DNI Rías Baixas. Era sábado, estábamos en las Siete Torres y no me preguntéis qué celebrábamos porque a lo mejor tampoco lo sabía el anfitrión alejandrino pero quizás su suerte en la lotería. Él había dicho que iba a hacer una cena íntima, pero acabó en ella hasta el apuntador y el dueño de la agencia de Sao Paulo que le tramita sus viajes. Luego hubo fiebre del sábado noche con Club Naval, a cuyos sones se llenó la pista, destacando por su estilo bailón el hostelero Jaime López "Capitán" -en la línea de los masai del poblado de Ngorongoro--, echándose en falta el movimiento indesmayable de la cálida Rosa Veiga, que esa noche se abstuvo, si bien es cierto que como bailarines de espíritu Travolta brillaron Carlos y Vicki Moreda aunque no más que Manolo Viñas y su enamorada; o Marian Tuni "susiña", dando el "brasilian touch" Cris Figueroa y el cubano Idania Gutiérrez, que no tienen tanto mérito porque lo llevan en la sangre. A eso de las tres alguien dijo: "Volvamos a casa aunque sea a la propia". Y así fue.

El cocido de los Reyes Magos

Eso fue el sábado y yo me desvelé tanto que el domingo solo me atreví a pasar por Lamari a que me diera un caldito reparador aunque, como estaba de buenas, me puso de tapa unas delicias de cocido, que es lo que le pone a Carlos Herrera, el de Herrera en la Onda, cuando viene por Vigo y por su bar. En una mesa estaban Ítos Domínguez, general in chief del pub Plaff, con Ana y Rose, de La Sabrosa. Vive Dios que en la mesa de al lado estaban tres ex Reyes Magos, aquel trío real al que hace muchos años le encomendaron llegar a Vigo por globo para asombro infantil, pero cayeron a las aguas de la ría y su gozo en un pozo. Hablo de Antonio Durán " Morris", Manquiña y Xosé Luis González, que gracias a que sobrevivieron a aquella enchenta acuífera podemos seguir disfrutando como actores, y que el domingo atacaban un cocido a la par que conspiraban sobre sabe Dios qué. Y en la tercera mesa, Sandra Barreras, que venía de dar "La Tabarra" en su nuevo bar del mismo nombre y comía con la enóloga y heredera suya Alexia Luca de Tena y su fiel enamorado Roberto Blanco.

Y Andrés, que se nos fue

Ya que hablé de teatro, de los que están, hablo también de uno que se nos fue este fin de semana, por culpa del corazón. A Andrés Álvarez Vila yo lo recuerdo en los comienzos de Artello en la sala Carral y en alguna obra como "La cantante calva",y en el grupo Máscara 17 después. Algo escribió de teatro con premio, Copenhague creo, y la pintura fue su larga vocación supongo que no bien correspondida. Lo que nunca perdió Andrés fue su tranquilidad, su buen humor y su entrañabilidad, y si antes los que lo veíamos de tarde en tarde lo echábamos de menos, ahora ya no vamos a poder tenerlo más que en nuestra memoria.

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