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Nombres propios

Segundo Alvarado, arte y teatro

Una de las personas más olvidadas en nuestra ciudad es sin duda alguna Segundo Alvarado, escritor, poeta, periodista, crítico de arte y dinamizador teatral. Injustamente, porque durante su fructífera vida desarrolló una labor encomiable a favor de la cultura, el arte y el periodismo y, muy especialmente, el arte dramático, creando una cantera de actores inigualable. Y también de recitadores, pues Alvarado amaba la poesía. De todo esto que comentamos pueden dar crédito, no solo sus hijos, sino también sus discípulos en el campo del teatro y de la poesía: Alberto Fernández, Guadalupe Espinar (hoy en Estados Unidos con su esposo, profesor de arte dramático), Marisa Calvo, Chonina Vilanova, Rosita Belón, Dora Espinar, Fernando Gabelo, María Luz Villar, Milucha Rodríguez, Carlos García-Manzano, Modesto Vázquez Pereira y Fernando Ramos, que, felizmente, se encuentran entre nosotros. Lamentablemente no lo pueden ya hacer otros que salieron de la escuela teatral de Alvarado y que llegaron a ser grandes actores y directores teatrales: Abelardo Pérez Gabriel, Manolo Vidal, José Manuel Blanco Gil, Manolo Sampayo, Rebeca López de Turiso, Eduardo Raimúndez (Sheridan), Rafael Huete, María Paz y Jorjón. Y la misma esposa de Alvarado, madre de Segundo y de Mariano, nuestros amigos.

Segundo Alvarado había nacido en el año 1922 y falleció en el 2007. Durante décadas fue un ejemplar funcionario de la Diputación Provincial de Ourense, teniendo como compañeros en la misma a Esperanza Gil Fernández, José Platero Paz y Manolo Rego Nieto, entre otros. El 28 de diciembre de 2006, en el salón de actos del edificio Simeón, se le realizó en vida un bien merecido homenaje. Porque como decía "Ben-Cho-Shey" los homenajes tenemos que hacerlos en vida y no a título póstumo. El acto fue hermoso y emocionante. En el mismo participaron muchos de sus amigos y discípulos. Las actividades estuvieron muy bien organizadas. Los oradores estuvieron así mismo a una gran altura y hubo muchos momentos en los que los asistentes nos emocionamos de verdad.

Segundo Alvarado Feijóo-Montenegro, que es su nombre completo, por su labor cultural continuado, en la poesía, el periodismo y el teatro, honra a nuestra ciudad. Ya en los años 40 dinamizó el grupo "Azor" de poesía y la revista Posío, Artes y Letras. Continuando luego con la creación del grupo juvenil de teatro de la OJE de Ourense, una especie de oasis dentro de las estrechas posibilidades del momento político que se vivía en aquella época de la postguerra. Más tarde, creando el grupo teatral "Valle Inclán", un grupo modélico y una auténtica escuela de arte dramático, primorosamente dirigido por Alvarado, que había surgido del Teatro de Cámara y Ensayo, dirigido por él, y que comenzó su actividad en 1962. De él salieron grandes actores y actrices, que con gran cariño y sensibilidad reconocen su valía y el gran maestro que siempre fue en las artes dramáticas. Todos los citados al comienzo de este artículo pertenecieron a este grupo, con el nombre de un autor teatral tan importante como el arousano Ramón Mª del Valle Inclán. El grupo mereció infinidad de premios y distinciones en muchas ciudades y, como verdaderos misioneros pedagógicos, también recorrió numerosas villas ourensanas, representando al aire libre en el entorno de sus hermosos monumentos, monasterios, claustros y castillos. Entre los premios conseguidos destacan el del Concurso Nacional y el Galardón del Duero de la ciudad de Zamora. En 1966, representando la obra Donadieu en el Teatro Romea de Murcia, tuvo un éxito apoteósico, que llegó a impresionar al director José Tamayo. El que llegó a definir a Alvarado como el mejor director de teatro no profesional de España en aquel momento. El grupo actuó también con éxito en el Festival de Teatro Clásico de Málaga y en los famosos Festivales de España celebrados en el parque vigués de Castrelos. Los clásicos como Lope de Vega, Calderón, Shakespeare, Cervantes, Valle Inclán, Casona, O´Neill, Cunqueiro y el ourensano López Cid; los europeos como Ionesco, Cocteau, Pirandello, Fritz Hochwälder, Chejov, Bertolt Brecht, Anouilh y Beckett y el japonés Mishima, entre otros, fueron en el grupo "Valle Inclán" los autores de las obras representadas, entre las que fueron leyenda por su excelente montaje e interpretación Donadieu, Antígona, Seis personajes en busca de autor y Esperando a Godot. Lo que viene a demostrar que su director, Alvarado, se encontraba a la vanguardia del mundo teatral. Lo que tampoco olvidan sus discípulos de esta bella arte, convertida en la mejor escuela dramática. Además nuestro prócer dominaba uno de los mejores métodos de formación teatral, el creado en su día por Stanislavski.

En los últimos tiempos de su vida Alvarado dinamizaba y dirigía además el grupo poético ourensano Palabra Viva, del que eran miembros Marisa Calvo, García Manzano, Mariluz Villar, Milucha Rodríguez y Fernando Gabelo, entre otros, y que, esporádicamente continua funcionando en la actualidad. En el mismo destaca el recital poético que en su día organizaron en el Café Isaac, dedicado al poeta Antón Tovar, del que hace poco hablamos. A Alvarado, con acierto, siempre le interesó mucho educar la voz de sus discípulos actores y recitadores. Y siempre les decía que tenían que entender que el público de la última fila de la sala teatral tenía el mismo derecho que el de la primera para escuchar correctamente la actuación dramática en cada una de las obras. Hombre de arte y de teatro, como presidente que fue por el periodo de dos años del Ateneo de Ourense, del 30 de mayo de 1988 al 4 de junio de 1990, esta entidad cultural organizó en su salón el 12 de mayo de 2009 un homenaje a su figura, en el que intervinieron con sendas charlas Marisa Calvo, que recorrió de primera mano las vicisitudes del grupo "Valle Inclán", dirigido por Alvarado en los años 60 y 70, en el que con gran sensibilidad aficionó a muchos al teatro gracias a su paciencia, talento y sabiduría, realizando una gran labor en pro de la cultura ourensana y en la que destacó como hombre de teatro, de poesía o como crítico de arte, teniendo una gran influencia en los chicos de esas décadas que les encantaba el teatro, pues el homenajeado era un experto en el arte dramático. Alvarado no actuaba por intuición sino por conocimiento, introduciendo a sus jóvenes actores en un mundo mágico y mediante un aprendizaje divertido. Incluso en aquellos años había diseñado una escuela de teatro para Galicia, proyecto perdido para Ourense y nuestra tierra. Por su parte, el otro interviniente Miguel Ángel González García, acercó la figura de Alvarado desde la perspectiva del grupo "Francisco de Moure", al que también pertenecía y del que formó parte casi desde sus inicios y un número de Porta da Aira (revista del grupo) se dedicó de forma monográfica a su memoria. Alvarado fue un gran crítico de arte y hombre preocupado por el patrimonio. Todos los artistas que ahora tienen renombre y comenzaron su labor en los años 50 y 60 siempre tuvieron en él un gran apoyo, pues se preocupó por animar a los artistas noveles que empezaban. En varios números de la revista Porta da Aira, Alvarado publica unos artículos muy interesantes analizando las exposiciones artísticas que habían tenido lugar a lo largo del año en nuestra ciudad. Una especie de memoria resumen de sus artículos periódicos de crítica de arte publicados en la prensa. En el mismo salón donde, para celebrar el cuarenta aniversario del Ateneo, se realizó este homenaje, siendo todavía la sala de Información y Turismo, que luego pasó a ser del Ateneo, Alvarado organizara en 1971 y 1972 un ciclo de charlas culturales dedicadas al teatro, teniendo cabida también en dicho ciclo el teatro escolar, que, acertadamente, consideraba como una técnica de alto valor educativo y didáctico. Igual que nosotros, consideraba el teatro como una de las más importantes actividades con valores educativos que existen. Por su influencia en muchos aspectos de la vida y en la personalidad de los seres humanos, por lo que no se comprende bien como no está generalizada la actividad teatral en los centros de enseñanza y no se le da mucha más importancia en el currículum escolar. Y como no tiene un lugar preeminente en los tiempos y espacios escolares. La expresión dramática es sin duda alguna la actividad más completa que existe, pues abarca todas las expresiones posibles del ser humano: la verbal en primer lugar, tanto oral como escrita, como literaria y comunicativa; la plástica, al tener que diseñar decorados, trajes y disfraces; la musical, cuando la escenificación tiene fondo musical y, por veces, los actores se expresan cantando; la corporal, al tener que poner en funcionamiento todos los miembros del cuerpo, brazos, piernas, cabeza, rostro, manos y pies y también la mímica, la psicomotricidad, el dominio del esquema corporal, el placer de jugar?El teatro es además, y Alvarado lo tenía muy claro, la actividad lúdica más extraordinaria que existe y todos debemos saber que no hay, para niños y jóvenes, actividad más educativa y completa que jugar. Los juegos dramáticos, el teatro leído, el representado, los títeres, las marionetas y las dramatizaciones, deberían tener mucha más cabida dentro de las aulas. Por si esto fuera poco, la expresión dramática tiene un alto valor propedéutico y terapéutico. En las antiguas culturas greco-latinas se utilizaba el teatro como terapia. Y en las aulas, con él, se pueden resolver muchas necesidades educativas especiales, dislexias, problemas de habla y de voz, introversión y timidez.

No queremos olvidar su trabajo periodístico desarrollado a lo largo de los años en la ciudad. El 28 de enero de 2006 se le entregó el Premio Galicia de Periodismo Deportivo por su larga trayectoria profesional. Y en su día también fue jefe de programación de Radio Nacional en Ourense. Pero son pocos los que saben que en el año de 1965, la Dirección General de Prensa del Ministerio de Información y Turismo madrileño le denegó la inclusión en el registro oficial de periodistas y Alvarado tuvo que recurrir jurídicamente, llegando incluso hasta el Tribunal Supremo, el que le dio el 23 de enero de 1967 la razón, lo que llevó a que por Orden del 11 de marzo de ese año, publicada en el BOE del 10 de abril, firmada precisamente por Pío Cabanillas, a la sazón ministro, el Subsecretario de Información y Turismo tuviese que acatar la sentencia del Supremo, y proceder a incluir el nombre de Segundo Alvarado en el Registro Oficial de Periodistas de España.

En 1964 Publicaciones Españolas le editó el libro titulado Orense. España en Paz. Y en 1999, en Edicións de O Castro-Sada, sale a la luz su libro de poemas en gallego Orfo de ti: cantigas de amor.

Participó también en varios libros con otros autores.

Sería de gran interés encargar la redacción de una amplia biografía sobre su importante figura, para publicarla después, en cuya edición tendrían que colaborar el Concello, la Diputación y la Xunta de Galicia. Sería el mejor homenaje que podríamos hacerle a Alvarado. En la redacción podían colaborar magníficamente Marisa Calvo, Fernando Ramos, Fernando Gabelo y Modesto V. Pereira.

(*) Educador social y animador cultural.

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