El pasado 8 de enero celebramos Poti y yo nuestras bodas de oro. Cuando nos casamos mi mujer tenía 18 años y yo 26. Yo recuerdo las bodas de plata de mis padres y la verdad que los recuerdo que eran mayores. Nosotros nos encontramos jóvenes.

No es fácil celebrar los 50 años de matrimonio, primero porque es fácil que uno de los dos haya fallecido,y segundo que el matrimonio se haya separado.

Lo celebramos con misa en que éramos 50 personas entre hijos, nueras, yernos y nietos. Mis 28 nietos en los postres nos deleitaron con una simpática danza.

Fue un homenaje que nos hicieron nuestros hijos y nuestros hijos políticos. La verdad que ha valido la pena. En estos 50 años no faltaron contradicciones y dificultades, pero en la vida no se consigue nada sin paciencia y sacrificio y todo esto no es nada ni no hay mucho amor.

La fidelidad es uno de los mayores valores en el matrimonio y para que lo sepáis es un valor bastante común. Las infidelidades son menos frecuentes de lo que se cree.

La mayor infidelidad es aquella que en vez de amar al otro se ama a uno mismo.

Estos días acaba de aparecer en la prensa que una brillante ejecutiva coreana de 40 años celebró una boda con traje blanco en la que otro yo era ella misma, invitando a numerosos amigos a la celebración.

Dios nos libre de estas aberraciones, la fidelidad a tu mujer, a tus padres, a tus hijos, a tus nietos, a tu familia, a tus amigos, vale la pena. La fidelidad es el fruto del amor.

La fidelidad empieza por las cosas pequeñas, es como un edificio que se hace ladrillo a ladrillo.

La fidelidad ha de ser con tu empresa en la que trabajas: aprovechando el tiempo y procurando hacer una obra de arte con las herramientas que tienes.

Fidelidad con tus amigos, no permitiendo que se hable mal o se murmure de ellos en su ausencia: cuando no puedas hablar bien, cállate.

Fidelidad es ser fiel a tus principios y no ser cobarde cuando hay que defenderlos.

La fidelidad exige valentía y sacrificio y eso hay que aprenderlo desde pequeño. No nos dejemos deslumbrar por personajes que hacen de la infidelidad su divisa.

Aprendamos de nuestros abuelos y nuestros padres que han sabido ser fieles. La fidelidad es la puerta segura para abrir todas las demás virtudes y con ellas la felicidad en este mundo.

¿Cómo hacer amigos? Se fiel y seguro que tendrán muchos amigos.

Cuando uno tiene una familia con muchos miembros y muchos amigos se siente seguro y feliz.

Miembro del Club 55