Ayer me traje a casa a comer a mis venturosos amigos y escritores Jose Mari Peláez y Fernando Bartolomé, uno bilbáino y el otro oscense, pero vigueses de pro por su larga residencia en esta urbe. Peláez me trajo un botellón de Silvanus y Bartolomé su último libro, "Gondomar versus Raleigh", ambos regalos placenteros, y yo les serví una caldeirada que iba a decirles que era mía pero quedó tan inmensamente sabrosa que no era verosímil y tuve que reconocer que Loló "Lolailo" Domínguez me había hecho el favor de cocinarla. Les puse un goloso blanco Altos de Torona que sobre líneas finas cría en O Rosal Horacio Gómez y hablamos de aquí y de allá, de una cosa y otra peor, todas con buen fin. Peláez tiene en mente un nuevo libro sobre curiosidades del siglo XIX y Bartolomé presentar el del pirata Raleigh, cuya decapitación consiguió en el XVI el conde de Gondomar. No paran de urdir historias mis amigos.
El Coré de Valenzuela
Yo ya no digo los años que tiene porque ya me echó una bronca no hace mucho por añadirle uno o dos más a los años excesivos que dice él que ya tiene. Yo solo digo que en Wikipedia pone que nació en 1928. Cada verano viene a Vigo José Eduardo Valenzuela, que en 2010 escribió un libro memorable, "Grita, cuerpo, a los 80", en el que narra como va cambiando su vida hasta en las pequeñas cosas a medida que envejece. Ahora me llega otra publicación suya, Coré, una pieza teatral que escribió hace mucho y por fin le edita la Asociación de Autores de Teatro. Cada verano viene por Vigo Eduardo, ex funcionario público de primera y con una vida rica en libros y tertulias, y comemos o tomamos un vino.
Una Rosa muy meiga
Si quieres atraer el amor, juntas unas cerillas de madera, tres velas verdes, un cáliz, agua de una fuente, un quemador, hojas de helecho, canela en polvo, esencia de verbena y un cuchillo de mango blanco, esperas una noche de viernes e invocas a Deva. Ese es uno de los hechizos que predica la viguesa Rosa María Alonso Ferragud, que hace más de 30 años vive como "meiga" desde su tienda Tarot. Lo recuerdo porque la editorial Extramuros le acaba de publicar el libro "Secretos de una bruja celta", y entre otras muchas cosas explica los rituales necesarios para el amor, el trabajo... Hace mucho que conozco a Rosa aunque apenas la veo, pero sigue meiga.
Y una mañana muy viernes
Desayuné con mi vecina Susana Abreu, que hace tiempo no veía y se va feliz a vivir al paisaje interior del galaico terruño, zona miñota, porque a ella la ciudad le va poco aún viviendo en la Plaza de la Constitución. Periodista que dejó los hábitos de la canallesca y ahora masajista ayurvédica, su instinto hospitalario lo desarrollará ahora desde Caldela de Tui, cerca del especialísimo colegio O Pelouro. Luego estuve arreglando el país con ese ser cordial y "gentleman" que es Maximiliano Massip, con quien quedé de ir a comer a Asturias o donde sea en una escapada de su avión biplaza y,por fin, tuve la tertulia del viernes en el Cosmos con Maribel Collazo, Nemesio Barxa y Maxi Queizán, aunque acabé en El Capitán con el oftalmólogo Carlos Herrera, probando unos huevos con patatas fritas que no están en la carta pero comía gozoso Silvino Tenorio, las patatas pochadas, con pimiento y cebolla, además de chorizos caseros de Ourense.
