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La semana de A Ferrería

Participación Ciudadana

El año comenzó con la buena noticia del descenso del paro en el mes de diciembre en la ciudad de Pontevedra, aunque con escasa caída y con contratos precarios por tratarse de la campaña navideña, pero que no deja de ser un dato importante que al menos ha servido para aliviar la situación económica de medio centenar de personas y de familias pontevedresas. Pero, por contra, en la víspera de Reyes los trabajadores de Elnosa se movilizaron por la calle disfrazados de Reyes Malos (con caretas de Lores, Mosquera y Carme da Silva) llevando carbón al gobierno local ante el temor a la pérdida de sus puestos de trabajo.

Estas dispares noticias del sector laboral dejaron paso al inicio de las rebajas, de gran importancia para una ciudad que vive del comercio y de la administración pública.

Como regalo de Reyes también ven las olvidadas federaciones vecinales de Pontevedra la elaboración de un reglamento de Participación Ciudadana que les de voz en los plenos municipales. El día 5 comparecieron los representantes de Castelao, Teucro y Boa Vila para apoyar la iniciativa de la oposición y exigir al gobierno nacionalista que se les tenga en cuenta y se les de este regalo que les vuelva a dar el protagonismo perdido.

Han pasado todos estos años callados, desunidos y malavenidos y resulta curioso ver ahora a los presidentes de las tres federaciones vecinales juntos en una mesa pidiendo algo en común.

Su falta de entendimiento en temas trascendentales para la ciudad les ha abocado a la práctica desaparición. Ahí han perdido su fuerza. Se han arrimado tanto al poder en la búsqueda de sus propios intereses y de subvenciones, unos con el BNG de Lores y otros con el PP de Louzán, sin darse cuenta que esta actidud les ha llevado a perder su independencia y lo que es peor el respeto de sus convecinos que les ven más como unos portavoces del político de turno. Hablando claro, han antepuesto sus ideales políticos y sus intereses personales a los intereses vecinales. Y así les ha ido.

Ahora cuando la oposición plantea la redacción de este Reglamento de Participación Ciudadana han aparecido y dicen que el BNG los ha ninguneado con los consellos territoriales que han dado voz en las parroquias a los simpatizantes del gobierno local a costa de dejarlos a ellos en el olvido.

Hubo un prolongado tiempo, en aquella lejana época del siglo pasado en la que el BNG apoyaba su oposición al gobierno del PP en la fuerza vecinal, en la que los políticos nacionalistas de entonces (Lores, Mosquera, Raimundo...(¡anda!, si son los mismos que en la actualidad) exigían la intervención de los vecinos en los plenos.

Y lo que son las cosas, esta semana el portavoz de la Federación Vecinal Teucro señaló que "desde que gobierna el BNG, y por ser generosos, el movimiento vecinal está dormido". No le falta razón, pero podía él y los otros portavoces de Castelao y Boa Vila tener algo de autocrítica por su nula gestión al frente de sus colectivos durante años y años, hasta el punto de que algunos veteranos representantes de estas asociaciones vecinales, que han luchado por evitar influencias políticas dentro de su organización, han tenido que desistir y abandonar.

Bien está lo del Reglamento de Participación Ciudadana, pero que sea para defender a los vecinos y sus demandas. Ya para empezar, bien harían cada uno de los representantes de estas federaciones: Verísimo Pazos, Miguel Vilacoba y Mari Luz Fernández, en dejar sus cargos y dar paso a otras personas que ofrezcan más credibilidad e independencia y menos sumisión, si es que por fin estas asociaciones quieren representar a alguien en esta ciudad. Su tiempo en el movimiento vecinal ya hace mucho que ha pasado y ellos siguen sin darse por enterados.

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