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Xabier Fole

el correo americano

Xabier Fole

Esperando al cielo

En vísperas de las elecciones, la cadena de radio NPR (National Public Radio) emitió un breve reportaje sobre la situación laboral en la que se encontraban los jóvenes españoles. "La economía española está creciendo, pero los nuevos trabajos son temporales", rezaba el titular. El primer encuentro entre la reportera estadounidense y los entrevistados se produjo hace dos años, cuando el país padecía el peor momento de la crisis y se especulaba sobre la posibilidad de un rescate financiero. En aquel entonces estas personas -marido y mujer- no tenían trabajo. Ahora, ya cumplidos los treinta años y con España fuera de la recesión, ambos pueden ejercer por fin una labor profesional (profesora de inglés y entrenador en un gimnasio), aunque esta última no les proporciona una necesaria estabilidad económica debido a que su ocupación es transitoria; los pueden echar en cualquier momento y no cobrarían el paro. "Comparados con otras sociedades, otras generaciones y otros países, nosotros estamos ocho años por detrás", decía la joven. "Así es como se ve la recuperación económica en España", concluía la periodista.

Puede que el nuevo mapa electoral español no resulte tan sorpresivo para la prensa norteamericana. Existe una estrecha relación entre esas legítimas quejas expresadas por los miembros de la "generación perdida" y el significativo número de escaños conseguidos por Podemos (69) y Ciudadanos (40). La mayoría de los españoles con los que he conversado en Estados Unidos, de los cuales muchos volvieron a sus casas por vacaciones con intenciones de votar, manifestaban una preferencia hacia los partidos emergentes y mostraban un evidente desdén por el bipartidismo. "Me gusta Pablo Iglesias, creo que tiene buenas intenciones y ganas de trasformar las cosas", me dijo una estudiante de la Universidad de Georgetown. Al preguntarle por lo que piensan sus padres sobre la situación, me explica que su familia es conservadora, pero que ella piensa votar al líder de Podemos. Diferencia generacional que tiene como resultado una fuerte ruptura ideológica con los progenitores. Todos, sin excepción, cansados de la corrupción y la precariedad laboral, o al hecho de verse forzados a abandonar el hogar, a pesar de no coincidir siempre en la solución, demandaban una renovación en el Congreso de los Diputados. "A mí no me gusta Podemos, me parece excesivo, pero debe producirse un cambio. No sé si ellos son los adecuados para llevarlo a cabo", me dice una de sus amigas.

Javier Sánchez vive en Nueva York desde hace 9 años y observó con interés y preocupación la evolución de los comicios. Cree que los resultados de las elecciones son algo positivo para el país: "Es un gran cambio. Mucha gente está descontenta con la situación actual y busca una respuesta. Sin embargo, tal y como está España, la opción de que Mariano Rajoy pueda ser presidente no me gusta. Hubo demasiada corrupción y debe haber un precio político. Pensaba que el elector lo castigaría más". Este extremeño de 39 años trabaja como maestro de educación secundaria en un colegio de la ciudad y está casado con una estadounidense. La distancia no le ha obligado a desconectar totalmente con su lugar de origen. Muy al contrario, sigue con entusiasmo la actualidad. Lee los periódicos españoles a diario y escucha la radio con frecuencia. Procura mantenerse informado sobre lo que sucede en España. Toda su familia, la cual simpatiza desde hace tiempo con el Partido Socialista, está allí. "Lo que pasa en mi país me importa. Tenemos que recuperar la confianza en las instituciones. La gente no lo está pasando bien. Muchas de esas personas son mis amigos. Y me consta que ninguno de ellos ha votado por los viejos partidos. No sabemos lo que va a pasar ahora con los pactos. A ver cómo se comportan las formaciones políticas". El periódico "The New York Times" alerta sobre dicha incertidumbre: "El partido conservador en el gobierno consiguió la mayoría de los votos el domingo, pero perdió su mayoría en las elecciones parlamentarias, lo que subraya la fragmentación de la política española, y deja un futuro incierto en el liderazgo del país". De acuerdo con el "Washington Post", este ambiguo resultado "ha provocado la caída del índice referencial en la Bolsa de Madrid, ya que los inversores están preocupados por una posible alianza entre el Partido Socialista y Podemos, el partido de extrema izquierda liderado por el profesor de Ciencias Políticas Pablo Iglesias". Los cielos todavía no han sido asaltados. Incógnita que mantiene en vilo, para bien o para mal, tanto a los medios de comunicación americanos como a muchos españoles que residen en Estados Unidos. Mezcla de temor y esperanza ante el futuro del país. Deseo de regeneración democrática y mejora económica. Dejándose entrever, en ocasiones, la ilusión por un posible regreso.

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