Yo sé que hoy estará el licenciado Morales pluma en mano pasando lista a ver quien le falla en la festividad de la patrona de esa asociación de representantes de Comercio que él preside en Vigo, que es la Virgen de la Esperanza aunque no sepa porqué. Así que los impíos que falten a la misa en Santiago de Vigo a las once y media, mejor que vayan al hotel NH una hora después, porque allí dará semblanza de estos profesionales el exrector Luis Espada, allí se darán los diplomas e insignias pertinentes y allí se tomará el vinito español y los petiscos convenientes. ¡Ay, aquellos viajantes, recorredores de caminos sin cuento!

La Canalla, entre sábanas

Pero los de La Canalla, que son Patricia y Francisco Soto, hijos de Baldomero y María, de tapicero y costurera, me han recordado que la cama es el refugio del placer o del descanso, que pasamos mucho tiempo entre sábanas que envuelven nuestros sueños. Así que voy a esa presentación de su colección de sábanas que hoy de tarde y mañana todo el día tienen en Dinamo (Ecuador, 14). Ellos, que son diseñadores vigueses integrales, artistas textiles de pelo en pecho, han preparado una edición limitada de cien juegos de sábanas que allí podréis ver y tocar este fin de semana, y vosotros, los soñadores, veréis si queréis llevaros uno para regalo de quien lo comparta.

Prada, médico y literato

¿Qué tic creativo sacude a los médicos, que son tantos los que se desmelenan en las artes o letras? Ayer tomé café con un médico vigués,

Gregorio M. Cuadrillero, que acaba de editar Cuando la niebla se va, en Amazon. Hoy llega a Vigo Juan María de Prada, médico doctorado en Santiago, casado con bella viguesa, con tres hijos aunque resida en Madrid. Prada cuenta ya con diez libros y hoy a las 8 presenta en El Corte Inglés el último, La herencia de don Emiliano, en el que vuelve a la ficción con este mitad folletín, mitad crónica periodística o ensayo político.

Iglesias, 15 años dando paz

Anteayer me trajo Román Iglesias, que es muy cumplido, unas botellas de albariño Valtea cultivado en tierras de Crecente, que son las que a él le vieron nacer y ejercer de juez de paz muchos años aunque viva en Vigo.También lamprea rellena pensada y envasada al vacío en el restaurante Palancas de esa zona, cuyos productos, como se ve, Román extiende por el mundo como buen patriota local. En el Palancas precisamente le hicieron uno de estos días homenaje decenas de vecinos por los 15 años de servicios prestados, con los alcaldes de A Cañiza y Crecente, Miguel Domínguez y Julio César García-Luengo, a su vera. Como es un tipo agradecido, quiso que estuvieran con él los policías locales de Vigo Guillermo Prado y Antonio Torrado que le salvaron del infarto que sufrió en la calle hace 2 anos. No podía faltar su media naranja, Carmiña, y hasta una jueza de As Neves le dedicó una poesía. ¡Qué feliz volvió a Vigo este Román tan querido!