Lores recoge hoy un nuevo premio, este vez en China. El alcalde anuncia una reunión con empresarios del país asiático para fomentar el intercambio comercial. La iniciativa es loable porque China tiene un gran mercado y además lleva años poniendo su mirada en Galicia insuflando cantidades millonarias en el tejido empresarial gallego. Ahora bien, viendo la repercusión económica que han tenido en nuestra ciudad los anteriores viajes a Nueva York, Dubai o Bruselas entran muchas dudas sobre este desplazamiento cuyo coste no bajará otra vez de los 60.000 euros.
Tras 16 años en el Concello el gobierno nacionalista no se ha caracterizado precisamente por atraer empresas ni por ayudar a la que ya están asentadas, más bien todo lo contrario, hasta el punto de que Pontevedra se ha ganado la fama de espantar a las industrias. Lo dicen los propios representantes del empresariado pontevedrés preocupados por el escaso tejido empresarial.
Sería deseable y lógico que Lores comenzara a explicar los logros derivados de estos viajes y sus repercusiones económicas. Conocer cuántos norteamericanos o vecinos de los Emiratos Árabes nos visitan, o cuántas industrias están interesadas en instalarse aquí, sería una forma de justificar el dispendio del que hace gala. De momento, mientras invierten en España y en Galicia, a lo más que llegan los chinos en Pontevedra es a abrir bazares en cada esquina. Hasta es posible que en sus locales tengan a la venta este trofeo, a bajo precio, y nos ahorraríamos el viaje y 60.000 euros.
