Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Con Moncho en la plaza

Tropecé casi con él en medio de la Plaza Mayor salmantina, cuando yo me dirigía al Museo Taurinoen Dr. Piñuela 5 a orar por los toreros muertos. ¡Cáspita, me dije, si es el Hijo Predilecto de Baños de Molgas residente en Vigo, el orgulloso hijo de sastre, el dibujante o pintor, el escritor, el improvisador pero sobre todo el cómico Moncho Borrajo! Allí estaba nuestro hombre parapetado tras una cámara a temprana hora mañanera, así que nos cogimos del brazo y nos fuimos a la busca de la nueva librería salmantina Letras Corsarias, cuyos promotores se han lanzado a la aventura de vender libros de papel y quieren desafiar el futuro con un espacio cálido y confortable. Allí me dejó Moncho para proseguir su labor fotográfica y sus gestiones de trabajo, encantador en lo personal pero muy malhumorado con la política de subvenciones a su gremio en España y el IVA cultural. Juraría que al salir me crucé con la cleptómana esa que quiere robar un trozo de España,sí,la Forcadel, aunque dudo que, con la que cae, se metiera en tierras de Castilla. Era igual.

En el Parnaso poético

Unos días antes coincidí durante una conferencia en Vigo con el nuevo miembro del Parnaso poético Manuel Alonso Macías. Nuevo porque acaba de publicar su primer libro poético, joven porque ese es el estado interior de su mente pero, al tiempo, entrado en años porque ya cumplió 83 debajo de su blanca melena. Estábamos oyendo a Teo Palacios una conferencia en el club FARO sobre el Duque de Lerma, ese valido que adelantó la tramposa ingeniería financiera en el Sigo de Oro,y nuestro poeta asentía o negaba con la cabeza como si dominara la materia. No me extraña, tiene como cinco o seis carreras, alguna hecha durante su jubilación aunque ejerció como profesor de Industriales 35 años. También es geógrafo, historiador y ahora poeta. Voy a abrir su "Poemario", a ver cómo lo dice.

Con José Campo y Esther

Nos fuimos a comer al bar Puerto en su nuevo emplazamiento, de República Argentina 15, y a fe que todo estaba muy rico, desde los sencillos croques al lenguado, sin perder un ápice de su factura tradicional. Se merece sus llenos día y noche los de este restaurante del Vigo de siempre ahora trasladado, renovado en sus formas aunque fiel a sus fondos. Un restaurante de familia con Silverio dando la cara y cocineras como Carmen ante los fogones, cada una para lo suyo, desde el frito,al guiso o a lo cocido. Me fui allí con el director teatral Maximino Queizán, que por cierto está preparando una expo fantástica en la Casa das Artes sobre vestuario teatral, porque nos invitaron el mosense José Campo, ex director del complejo hotelero Caribe Hilton en Puerto Rico, y su mujer Esther Novoa, a la que conocisteis haciendo teatro tiempo atrás. Campo, que está disfrutando de su reciente jubilación y tiene una experiencia hostelera que comenzó por la base en el París de la Francia,y siguió en ámbitos de máxima responsabilidad por Canadá y Estados Unidos..., gusta de la relación calidad-precio de este restaurante, opinión que no es moco de pavo. ¡Y qué bien lo pasamos durante la comida!

Compartir el artículo

stats