La Residencia denominada "de la tercera edad" cumplió esta semana 24 años de servicio, casi un cuarto de siglo que se ha pasado como un soplo pues uno recuerda muy bien cómo empezó todo y ha ido comprobando con el paso de cada año, el trabajo ejemplar del personal de este importante recinto social a donde van a parar quienes no tienen otra solución mejor para el último tramo de sus vidas. Hay que felicitar a todos los residentes y también a quienes los cuidan, desde la directora hasta el último operario, porque realizan una encomiable labor hasta creo que por encima de lo que les es obligatorio. La Residencia fue un deseo de años de los jubilados marinenses por aquel tiempo, deseo que cumplió el PSOE en Marín y Santiago, con la construcción de un moderno edificio que se quedó "congelado" durante un año por el cambio de gobierno en la Xunta. El nuevo presidente Fraga que vino a inaugurarlo en un día histórico y anecdótico, prefirió hacerlo un año después para ver si el pueblo se olvidaba de quien había hecho la obra. Desde entonces, con algún que otro período de conflictos internos, el funcionamiento de la Residencia fue y es ejemplar, Pues enhorabuena.
