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Antonio Rico

Fríker, el mejor peor

Íker Jiménez tiene razón. Criticamos la tramposa visión friki que su friki programa dañino ofrece de una realidad friki delirante porque es un montaje para vivir del cuento, pero resulta que el tío lleva razón.

Acaban de dar la lista de los últimos Premios Ondas y Fríker ha sido reconocido como el mejor presentador de todos los presentadores que presentan espacios en todas las televisiones que televisan en la tele. No le hace falta esperar a recoger el galardón para atizarnos con él. Zas, en toda la boca.

Entre las muchas chifladuras que lleva diciendo en su larga carrera, nuestro hombre últimamente andaba diciendo no sé qué sobre la persecución que padecía, lo mal que se le trataba, el vacío y hasta el desdén que sufría incluso por parte de sus compañeros de trabajo. Conspiranoias de las suyas, pensábamos.

Deja la tele intransitable repleta de porquería y encima se hace la víctima, creíamos. Pero si este defensor del oscurantismo y la pseudociencia vive mucho mejor que miles de científicos de verdad, que cientos de investigadores que padecen recorte tras recorte, decíamos. Pues no. Este galardón demuestra que tiene razón: hay mala baba.

Como aquellos adolescentes que eligieron a Carrie como reina del baile para reírse de ella tirándole un caldero de sangre por encima, le premian para reírse de él evidenciando que una cosa es presentar bien y otra muy diferente es que lo que presenta valga la pena, que será un buen conductor pero pilota una nave del misterio cochambrosa, que estando al servicio del mal, en el reverso tenebroso de la fuerza, cuanto mejor presentador sea, cuantos más espectadores atraiga, peor servicio hace a los ciudadanos, a la televisión y a la sociedad.

En lo que no tiene razón Fríker es en su afán por compararse con Félix Rodríguez de la Fuente. Dice compartir con él "esa sensación terrible de pertenecer a la estirpe de los libres". Ni de coña, tío. Él no puso su trabajo y su vida al servicio del mal.

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