Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El exilio en Nueva York

La decisión de poner la Escuela Nueva bajo la advocación de la Inmaculada Concepción al estallar la Guerra Civil, tal y como resaltaba en su publicidad, quizá salvó a Hernán Poza Juncal de algo mucho peor que un exilio forzado en Nueva York.

Su biografía al uso solo apunta de forma imprecisa su detención, el encarcelamiento y la rápida liberación por medio de alguna buena amistad. A ese episodio sigue su marcha a Estados Unidos vía Portugal para iniciar allí una nueva vida hasta su muerte treinta años después, en 1967. Ni un solo detalle al respecto para no comprometer a nadie.

Por medio de los grandes anuncios de la Escuela Nueva sabemos que la detención de don Hernán por su conocido republicanismo no se produjo en un primer momento, sino bastante más tarde. Quizá la advocación de la virgen obró el milagro.

Como director y profesor del prestigioso colegio siguió ejerciendo los cursos 36-37 y 37-38. También continuó presumiendo de los resultados que sus alumnos refrendaban en el Instituto: once matrículas en el curso 35-36, que subieron a treinta en el curso 36-37.

El momento crítico para Hernán Poza probablemente se produjo con el nuevo curso 38-39. Entonces su nombre desapareció de los grandes anuncios de la Escuela Nueva, que a principios de octubre suspendió repentinamente las entrevistas con el director "por tener que ausentarse durante unos días".

Entonces la Inmaculada no pudo hacer nada más, pero no fue poco salvarle la vida cuando no valía nada.

Compartir el artículo

stats