Hace unos días se celebraron las fiestas de San Miguel. Con motivo de la efeméride se realizaron eventos como la danza de espadas o festejos deportivos del club San Miguel, este año se aprovechó para recordar a los históricos del Club. Este año la festividad estuvo bien organizada por parte del Ayuntamiento. Anunciada con grandes pancartas por las farolas, fue un bonito espectáculo con gran cantidad de espectadores. También lo fue ver con su clásica pasión por las cosas del pueblo a Julio Santos sacando las mejores fotos y olvidándose de las molestias de su última operación.
Por la tarde se realizó la fiesta deportiva con la clásica prueba de la milla. Una competición con un gran número de atletas participantes, resultando vencedor en la prueba senior, un año más, Víctor Riobó. Esa misma tarde se presentó el libro basado en la historia del club de atletismo San Miguel. Escrito por Sito Gesteiro y Mario Barreiro, el primero inválido en una silla de ruedas y el segundo con principios de Parkinson. Como es sabido, ¡los años no perdonan! Se trata de un bonito libro sobre un club de atletismo donde los alma mater del mismo fueron Manuel Méndez, fallecido hace unos siete años, y Mario Barreiro.
En el libro se cuenta la historia de una sana y triunfadora juventud. De ella salieron maestros, médicos, pilotos de aviación y un largo etcétera de gente de bien.
Entre ellos incluso se animaban unos a otros. Me contaba Gesteiro que su amigo José Dopazo le alentaba a que se presentase a las oposiciones, y es así como terminó de profesor en Madrid. También me comentaba Julio Santos que a punto de abandonar los estudios, Gesteiro le animó a que terminase la carrera. Como se puede observar, los valores de aquella juventud eran dignos de admirar. Tal vez en ello haya influido el que se tratase de un deporte noble y culto como es el atletismo.
Otro personaje actual y que ya ha sido comentado es el padre Simón, profesor del Colegio San Narciso y que ha realizado una gran labor con los jóvenes alumnos en el mundo del atletismo. Entre uno de los afortunados está mi nieto, que ha conseguido algún título nacional en la especialidad de pértiga. Pero la prioridad eran los estudios, y así terminó siendo ingeniero de diseño. Sin embargo no olvidará su aventura deportiva durante el resto de su vida. Lo mismo le sucedió a los atletas del Club San Miguel que vienen en el libro "San Miguel más allá de la leyenda". Como conclusión, debemos reconocer que el atletismo es un deporte culto, noble, sano y exento de fanatismo; algo que no sucede en otros deportes, como muy bien podemos ver con frecuencia en los medios de comunicación.
El título de este artículo comienza refiriéndose a la juventud. El día de San Miguel vimos las dos caras de ella. Por un lado a unos chicos sanos colaborando con las tradiciones, homenajeando al patrón del pueblo. Para tal fin tuvieron que pasar unos meses ensayando. Mis felicitaciones a eses jóvenes.
Por la tarde contemplamos el triste espectáculo de alguno de ellos borrachos, tirado en la acera. Posiblemente no fueron tantos como en años anteriores. No creo que hubiese ningún coma etílico, como estamos acostumbrados por los informes de Sanidad, después de los clásicos botellones.
El dilema lo tenemos en el hecho de por qué unos jóvenes si, y otros no, llevan una vida en orden. Es importante solucionar el problema porque ellos son el futuro del país.
