Dos plenos marcaron la semana. El primero de ellos fue tenso con la asistencia de centenares de trabajadores de Ence intentando remover la conciencia de aquellos concejales que se oponen a la continuidad de la fábrica en Lourizán. No lo consiguieron, a pesar de que tal como expusieron, el cierre supondría un drama social y económico para muchas familias pontevedresas al quedarse sin empleo. BNG, PSOE y Marea mantuvieron su rechazo al complejo industrial, frente a PP y Ciudadanos que optaron por darles su apoyo en la defensa de los puestos de trabajos. Finalmente, por amplia mayoría la Corporación ratificó su rechazo a la fábrica y pedirá al Gobierno que no prorrogue la concesión.

La segunda sesión plenaria se vivió el viernes en la Diputación y en ella los antitaurinos plantearon a los diputados que se pronunciaran contra el maltrato animal y que las instituciones dejen de subvencionar la denominada "fiesta nacional". Lograron su objetivo, remover la conciencia de sus señorías los diputados y así PSOE y BNG apoyaron la moción de Marea, con el voto en contra del PP, declarando la provincia libre de corridas de toros.

Unos, los trabajadores de Ence, y otros los abolicionistas han expresado sus sentimientos y sus temores, unos con más suerte que otros, sin duda. Las consecuencias para la ciudad por una y otra decisión están por ver. El tiempo dirá.

Llegados a este punto, Marea tendrá fácil poner en un aprieto al gobierno de Lores en cuanto lleve al pleno municipal la misma moción contra las corridas de toros que llevó a la Diputación. Y si el BNG la apoyó en la institución provincial con César Mosquera a la cabeza, cabe pensar que por pura lógica también lo hará en contra de esta tradición centenaria que cada año se celebra en el coso de San Roque. Al menos es la coherencia que le piden desde la asociación "Touradas fóra de Pontevedra".

Y otro tema que ya se ha hecho habitual en los debate de nuestros políticos es el de los "lombos", con el Bloque erre que erre, confundiendo su modelo de ciudad con una idea peregrina que tiene a vecinos, sanitarios y usuarios del Complejo Hospitalario con un gran cabreo por el proyecto de instalarlos "por lo civil o por lo criminal", que diría Luis Aragonés, en los accesos a Montecelo.

Su empecinamiento, contra viento y marea, ha llevado a que el debate de los "lombos" en Montecelo se extienda ahora a toda la ciudad y ante semejante ataque de la oposición anuncian una campaña "calle por calle" para conocer la opinión vecinal sobre los badenes. La oposición que teme que estas reuniones se conviertan en otras "asambleas abertas" al estilo del Bloque, es decir a las que acuden sus íntimos a aplaudirle todo lo que dicen, piden estar presentes ante el temor a que se manipulen sus argumentos, por si hay algún residente sin militancia que se cuela despistado.

Nunca el gobierno de Lores ha sabido ni ha querido atender las quejas vecinales. Curioso en el Bloque cuyos dirigentes se han pasado la vida al frente de las protestas de los colectivos y plataformas de todo tipo. Ahora, en el poder, los desprecian negándose a recibir y a escuchar los argumentos de aquellos que no comulgan con sus ideas.

Y la semana se cierra con la "crisis" en Marea Pontevedra tras la marcha de los militantes de Anova disconformes con la política seguida por esta agrupación con respecto al gobierno local. No le viene mal a Marea soltar lastre y dejar atrás a políticos que anteponen intereses de partido a los intereses de la ciudad.