Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

José Manuel Ponte

inventario de perplejidades

José Manuel Ponte

"Por el bien de España..."

Una entidad llamada Nueva Economía Fórum organizó en Santiago de Compostela un desayuno informativo en el que invitó a participar (aparte de la prensa) a los alcaldes de las mareas recientemente elegidos, a los alcaldes del PP recientemente desposeídos de sus cargos por vía democrática, y al presidente de la Xunta de Galicia, también del PP, que fue presentado al público (por si no lo conociéramos bastante) por el exalcalde de A Coruña, exembajador en el Vaticano, y exmilitante socialista Francisco Vázquez.

En un país en el que se desayuna tan escasamente como el nuestro (apenas un café sorbido con prisa), un acto de estas características puede favorecer la hipercloridia y propiciar los comentarios ácidos. Por lo que he leído en la prensa, el desayuno informativo derivó (quiero imaginar que ante la contrariedad de sus organizadores) en un chorreo de críticas hacia los nuevos alcaldes, a los que se acusó de inexpertos, de malos gestores, de sectarios, de demagogos, de pueriles, de rencorosos, y de no sé cuántas cosas más. Todas ellas malísimas.

En esa tarea destacó especialmente el exalcalde de A Coruña señor Negreira, que llevaba apuntado (es imposible que cursilería semejante se le ocurriese a él solo) este juicio sobre la gestión de sus sucesores en el palacio municipal: "Son una marea roja con altas dosis de toxina paralizante de todos los proyectos importantes para la ciudad". Comparar la gestión de apenas cien días de los nuevos gobiernos municipales con la gestión de los parques mejilloneros requiere un ingenio literario y político más que notable. Pero atreverse a criticar la gestión de los nuevos gobiernos municipales (como hicieron otros intervinientes) desde la perspectiva de pasadas corruptelas y escándalos, muchos de ellos todavía en trámite judicial, necesita de un desparpajo a prueba de bomba.

Aunque en ese terreno nadie se mueve con más desenvoltura que don Francisco Vázquez. El exalcalde de A Coruña, exembajador en El Vaticano y exmilitante socialista se ha apuntado al patriotismo de opereta y acude a todos los foros donde puede expresar su preocupación por el futuro de España.

El otro día en Santiago, al presentar a Feijóo, y tras abogar por un futuro pacto entre PP y PSOE para defender la Constitución, le pidió al presidente de la Xunta que fuera pensando en pasar pronto el puerto de Pedrafita e irse a Madrid para ocupar altos destinos. Y todo ello "por el bien de España", una expresión de uso habitual durante la dictadura franquista.

La invitación a suceder a Rajoy fue tan evidente que Feijóo tuvo que recordarle que "como tenemos un presidente del Gobierno militante del PPdeG están cubiertas todas las expectativas de Galicia". Una aclaración oportuna porque en la Moncloa ya están hartos de oír proclamas a favor de las ambiciones del presidente gallego. En cuanto a la expresión "por el bien de España" que utilizó el exalcalde coruñés para halagar a Feijóo, ¿qué decir? Hay gente que asimila el "bien de España" al bien propio. Es una confusión muy corriente. Por cierto que, en las fotos, vi muy gordo a Vázquez. Se ve que las preocupaciones patrióticas no le quitan el apetito.

Compartir el artículo

stats