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TRIBUNA LIBRE

A mis "ídolos" gaiteiros

Escribo esta carta en respuesta a la Asociación de Gaiteiros Galegos que apoyan la decisión de la Diputación de dejar de subvencionar a la Escola de Gaita:

Soy alumna de la ya desaparecida escuela de gaitas de la Diputación de Pontevedra, con sede en la misma ciudad.

Vuestra realidad es una, pero la nuestra, la de los alumnos, es otra y desde ese punto de vista me dirijo a vosotros.

Gallega de adopción, con estudios de música en el Conservatorio Superior de Música de Madrid, opté por tener contacto con la música tradicional gallega, no quería un grupo para dar conciertos, ni hacer actuaciones públicas, simplemente quería acercarme a este mundo "vuestro mundo de gaiteros" y aprender.

En la ciudad de Pontevedra, no encontré nada que reuniera esos requisitos, salvo la citada escuela, la idea no me gustaba porque Diputación, era sinónimo de lo que todos sabemos, me inscribí con cierto recelo hace ya unos siete años.

Aprendí a "acariciar" la pandereta y luego me animé con la gaita, estaba comenzando a hacer mis pinitos y a comprender por qué a un gallego cuando está lejos y escucha una gaita se le pone el pelo de gallina y las lágrimas le caen tímidamente por las mejillas.

Sin estar conforme con la dirección de la escuela, ni del color de la Diputación de esos momentos, os garantizo que por parte de la Diputación jamás se nos obligó a participar en ningún acto político, ni siquiera se nos insinuó y nuestro único contacto con la escuela eran los profesores, perdón PROFESORES, con mayúsculas, excelentes músicos y excelentes docentes. Nuestras clases eran puntuales, serias, con gaita tradicional gallega y siempre música tradicional gallega (reconozco que en alguna ocasión nos hubiera gustado interpretar otro tipo de música).

En resumen, cientos de personas de entre 7 y 80 años hemos aprendido, nos hemos esforzado: los estudiantes compaginando sus horarios, los trabajadores llegando "por los pelos" a las clases, cansados de un día de trabajo, para los jubilados y los lamentablemente parados, acudir a aquellas clases con sus amigos era una inyección de optimismo... y todo esto se ha ido de la noche a la mañana al garete y parece que para siempre.

Hemos intentado un acercamiento al diputado de Cultura, los alumnos, y solo hemos llegado a su secretaria, amable sí, pero insuficiente.

Hemos propuesto aportar una cuota mensual los alumnos, estamos abiertos a cualquier solución, por lo menos para este curso, no pretendemos favoritismos, incluso entendemos vuestra opinión y si os digo que la compartimos creedme, pero ¿cómo podemos mantener un grupo de 100 personas, niños y adultos unido, en dos días y partiendo de la nada en la ciudad de Pontevedra? Admitimos sugerencias, de veras.

Ni siquiera queremos subvenciones, que gestione quien sea, que para eso están, pero que nos faciliten una "escuela" en nuestra ciudad de gaita y percusión ¿es tanto pedir?

Probablemente no lleguemos a vuestro nivel de interpretación y conocimiento de la gaita y otros instrumentos, así como de la música tradicional, y es que somos solo eso: ALUMNOS, con los ojos cerrados, nadie nos distinguiría de cualquier otro alumno que comienza a hacer sus pinitos con la gaita. ¡¡¡Maldito do agudo y malditas alteraciones!!!!

Dudo que esta situación nuestra os agrade, y vuestra postura de algarabía pública, no nos beneficia a los alumnos en absoluto. Algunos de los que hoy forman parte de vuestra asociación, han sido miembros de esta escuela y nos conocen, hemos sido compañeros.

Nosotros sin política podríamos vivir, sin música impensable.

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