Ante todo, mi apoyo incondicional a las familias de las víctimas del Rallye de Coruña, a Sergio Tabeayo y Luís Miguel Prego, Álvaro Muñiz y todo su equipo, así como, desearles una pronta recuperación a todos los heridos. Un cúmulo de circunstancias aliadas con muy mala suerte han provocado este terrible accidente que, en cualquier prueba, hubiera podido pasar. No puedo imaginarme los terribles momentos por los que todos ellos están pasando.
Todos tenemos claro que hay un antes y un después de este lamentable suceso, y si queremos que los rallyes sigan adelante, pasa por hacerlos cada vez más seguros. Galicia es Tierra de Rallyes, donde hay una gran afición y tradición, así como, numerosos y grandes pilotos.
Para cualquier organizador, la mayor preocupación es la seguridad, tanto del público como de los oficiales y comisarios que están a pie de carretera desarrollando su trabajo, sin olvidarnos, por supuesto, de los participantes. Por esto al elegir los tramos que se irán a realizar en un rallye, estos entre otras cosas, deben tener numerosos puntos de acceso fáciles para el público y que el organizador recomiende y señalice y dirija. Allí se prepararán esas zonas con anterioridad al evento cortando maleza, preparando caminos de acceso a estos lugares que entendemos más seguros para presenciar el rallye, señalizando la ubicación de los espectadores y prohibiendo donde no deben colocarse, siguiendo un protocolo ya establecido. Estas zonas especiales es dónde los organizadores hacemos un gran esfuerzo de montaje reforzado con numerosos comisarios, comunicaciones, etc. para tener el máximo control posible, orientando al público y alertando a Dirección de Carrera de cualquier imprevisto. Para verificar todo esto, antes de que pase el primer participante, pasa la caravana de seguridad, cerrando el tramo con los vehículos de megafonía dando los últimos consejos de seguridad y ya los últimos vehículos de esta caravana (Jefe de Seguridad, Guardia Civil, etc) verifican que el público esté bien colocado siguiendo el Plan de Seguridad para que Dirección de Carrera autorice la salida de los participantes. Para mí, a continuación, viene uno de los problemas a resolver. Una vez que pasan los primeros 10 o 20 vehículos de carreras, hay muchos aficionados que comienza a moverse para desplazarse a otra zona del tramo o a otro tramo distinto y otros llegan al tramo para ver a su piloto, su amigo, etc. y esto solo lo puede controlar los comisarios que han de estar instruidos en estos temas y mejor que nadie, el propio público.
Por eso creo que, de principio, tenemos que hacer un gran esfuerzo en ser capaces de comunicar y enseñar a los asistentes a los rallyes, con todos los medios a nuestro alcance, que los más vulnerables en los rallyes son ellos. Todos los organizadores, tenemos que trabajar conjuntamente para hablar el mismo idioma, y que las señalizaciones y criterios de seguridad sean los mismos. Todas las personas en general, lo entenderán mejor y nos lo agradecerán. Esto tiene que nacer de la unión y del trabajo conjunto de federaciones, organizadores, Guardia Civil, Protección Civil, participantes e incluso aficionados con la finalidad de hacer los rallyes lo más seguros posible y lograr que el público forme parte activa de la organización y no sea un mero espectador.
Cuando comienza un rallye o un piloto sale a un tramo cronometrado, entre nosotros siempre nos deseamos suerte, porque siempre, en este deporte, nos hace mucha falta.
Suerte a tod@s.
