A la Fiesta de la Banderita sumó la asamblea provincial de la Cruz Roja a principios de los años cincuenta una verbena de tarde bajo su patrocinio en el parque de verano del Liceo Casino, con la finalidad de incrementar los fondos destinados principalmente a su Casa de Socorro.
Esta celebración adquirió pronto una enorme popularidad y se convirtió en una cita obligada del calendario social pontevedrés a principios del mes de septiembre para cerrar los eventos veraniegos. A su éxito social contribuyó decisivamente el funcionamiento de una tómbola extraordinaria.
El primer sábado de septiembre de 1951, cuando tuvo lugar la primera verbena animada por la orquesta del maestro Estévez, apenas se sortearon veinte regalos como broche final.
Solo cinco años después, las donaciones recibidas para su celebrada tómbola habían crecido de forma exponencial. Los periódicos locales publicaban listas interminables con los nombres de los benefactores y los regalos aportados: joyería Besada, tarro de plata y cristal; señores de Mendoza-Méndez Núñez, jarra de tarracota; Severino Martínez, jaula de plástico con periquito?..
Este evento adquirió su máximo esplendor en la década de los años sesenta. Entonces continuó celebrándose en el parque de Mollabao, tanto cuando siguió arrendado al Liceo Casino, como después cuando tuvo otra vida como Silos Club. Más tarde dio el salto al magnífico parque del Hotel Universo y el éxito de la tómbola acabó superando a la propia verbena.
