Nadie pone en duda que el Liceo Casino nació como un club clasista e híperelitista hace más de cincuenta años pero con el transcurso del tiempo se ha convertido en una sencilla sociedad recreativa y deportiva que cumple una función importante en la Vilagarcía actual, sin ir más lejos como centro de día. Pero en estos momentos está a dos velas y nunca mejor dicho porque las directivas se empeñan, de una parte, en promover ese deporte náutico; y, por otra, con origen en el desfase económico y que no parece fácil de resolver por la intransigencia de las administraciones.

Viene ello a colación de la última asamblea de socios donde se han puesto todos los puntos sobre las íes. La sociedad se encuentra al borde de la bancarrota con un goteo económico constante de 4.000 euros al mes y una deuda de 125.000 euros de un préstamo. La situación viene de lejos, de hace más de una década. Hasta ese momento se habían tomado decisiones muy rentables pues al venderse la vieja sede de Ravella se adquirió una enorme finca en A Boulla que luego fue expropiada y pagada a un magnífico precio por Fomento que la necesitaba para el TAV.

Eran los tiempos de Álvaro Paz cuando la sociedad recreativa nadaba en la abundancia que permitió el diseño de proyectos faraónicos que pronto se fueron al traste. La anterior directiva se metió de lleno en un proyecto superambicioso y pujó por una concesión en el puerto de Vilagarcía, sin contar con que los inversores/colaboradores iban a fallar.

El Puerto de Vilagarcía, que depende de Fomento, fue severo y se quedó con la fianza de más de un millón de euros y, aún así, reclama otros 80.000 euros pendientes. A partir de ahí llega el calvario para la sociedad recreativa, incapaz de levantar cabeza, pues también Hacienda le cerró el grifo de las subvenciones por aquel motivo.

Justo o injusto, transcurrido tanto tiempo, parecería lógico que una sociedad tan asentada en Vilagarcía gozara de una cierta indulgencia por parte de la Autoridad Portuaria y que sin esperar más tiempo condone aquella misérrima deuda que ahoga al Liceo. desde que vendió A Boulla a Fomento. Paradojas.