En los últimos tiempos y debido a la insaciable voracidad que el gobierno capitalino demuestra en la "siembre de lombos" a diestro y siniestro, rayando la obsesión, y con el reciente empeño en cercar el complejo hospitalario de Montecelo, donde todos los vecinos de los municipios del norte de Pontevedra tienen que acudir obligatoriamente; se ha producido, como no podía ser de otra manera, la "rebelión" de parte de los ciudadanos ante ésta, a nuestro entender, excesiva proliferación y celo en la siembra de "lombos" que dificultan gravemente la circulación de las ambulancias, declarándose con ello la "guerra de lombos".
Y aun no siendo vecinos del otrora populoso burgo medieval, tenemos que trasladarnos frecuentemente a la capital, por unas u otras razones, padeciendo o gozando, según se mire, de ésta manía viaria de impedir a toda costa el exceso de velocidad de algunos irresponsables conductores, que por no respetar no se respetan ni a sí mismos. "Lombos" que muchos de ellos no cumplen la ley al no tener las medidas reglamentadas, pues aún a pesar de circular a 20 kilómetros por hora, no es posible deslizarse normalmente ni evitar el golpe con el consiguiente deterioro del vehículo, por lo que los responsables, llámese Xunta o Gobierno, deben exigir el cumplimiento de la ley.
Con ésta decisión, de crear "lombos" en los accesos al hospital de Montecelo, se ha producido un importante rechazo por parte de vecinos de Mourente, asociaciones, conductores de ambulancias y partidos políticos, con lo que se ha montado una "guerra de lombos" entre estos colectivos y la corporación municipal. Nosotros como usuarios del centro sanitario debemos manifestar nuestro rechazo total a ésta medida que pone en grave riesgo a los pacientes y a los conductores de ambulancias que los trasladan, algunos de suma urgencia y que es vital el tiempo que se invierte en llegar al centro hospitalario.
La seguridad absoluta de los pacientes, enfermos y accidentados debe prevalecer sobre cualquier otra situación, por lo que aprovechamos para solicitar de las autoridades competentes, entiéndase Xunta y Gobierno, tomen las medidas oportunas para asegurar una "vía sanitaria" para las ambulancias desde los diferentes ayuntamientos al centro sanitario, y por cierto también el cuerpo sanitario debería mojarse manifestando su posición profesional. Porque el día que fallezca un enfermo por no llegar a tiempo, se produzca un accidente o se agrave el accidentado por esta causa, ¿quién será el responsable? Por lo que aun entendiendo la buena voluntad de impedir los excesos de velocidad, nunca puede estar por encima de la seguridad de pacientes y conductores. De modo que cordura y comprensión para solucionar ésta situación.
