Nada nuevo. Más de lo mismo, y sin que en el horizonte político se vea la luz de cambio. Es lo que tienen los Presupuestos Generales del Estado, son generadores de controversia por las inversiones que se destinan, en este caso a la ciudad y provincia. Aunque en esta ocasión alcanzó un especial protagonismo la del Museo Arqueológico, cuyo proyecto se convierte en la historia interminable. Todos los grupos en el Concello coincidían en que asignar 100.000 euros era "un insulto", por lo que tocaron arrebato y a golpe de reivindicación pidieron que se incrementara. La espera duró lo justo, ya que en eso llega una enmienda del PP a su gobierno para aumentar 100.000 euros más. Y la olla de la polémica rebordó por todas partes, menos por la de los bien mandados que aspiran a repetir en el escaño. Está claro que la enmienda no da satisfacción, ni al propio alcalde. Y los socialistas, ahora en la oposición, piden 3 millones. Azul y rojo, pero sin verde esperanza para la ourensanía.