Hace algún tiempo que muchos pontevedreses habían dado por muerto al Cine Club de Juan Manuel Lazcano, el hombre que nunca dejó de insuflar vida, carácter y pasión a aquel milagro cinéfilo que aconteció en esta ciudad a mediados de los años cincuenta

Todas las luces se habían encendido irremediablemente, señal inequívoca que sus proyecciones se habían terminado. Una entelequia, eso parecía; un recuerdo bonito y poco más. Capri ce finí.

Un jurado muy desafortunado tuvo el pasado año la extravagante ocurrencia de otorgarle el Premio Ciudad de Pontevedra 2014, a cuenta de una motivación insólita: no haber desarrollado ninguna actividad durante todo el año. La legendaria entidad no necesitaba para nada ese premio absurdo; una distinción que solo tenía una finalidad: negárselo a quien lo merecía más, sin duda, que era la Asociación Cristóbal Colón-Celso García de la Riega.

Ahora llega la buena nueva de que el Cine Club está dispuesto a renacer de sus propias cenizas. Ramón Poza y otros siete magníficos han formado una nueva junta directiva y han asumido ese tamaño reto.

Con mucho entusiasmo y no poca determinación acaban de tomar el relevo de Ana Fernández, la mujer coraje que realizó su particular travesía del desierto con el Cine Club a cuestas, al igual que Juan Vidal Fraga hizo con el inolvidable Ateneo. Ambos se negaron a certificar la muerte de las entidades y luego consiguieron su milagrosa resurrección. Al menos en eso está ahora el Cine Club.

El Cine Club ha encontrado acomodo en una dependencia del Centro Sur en Campolongo. Su nueva directiva va a tratar de abrir desde allí otra época que considera factible, aunque este tiempo sea bien distinto a aquel otro donde las dificultades no eran menores que ahora.

El meollo de la cuestión está en adivinar si existe o no existe hoy en Pontevedra una masa crítica suficiente para insuflar otra vida al Cine Club; es decir, un puñado de cinéfilos dispuestos a compartir las proyecciones y debatir sus sensaciones lejos del sofá de su casa en donde visionar cómodamente cualquier película a la carta, bajada de internet vía pirata.