Nunca es tarde si la dicha es buena, dice el refranero. Pero la verdad es que el polígono de Seixalbo, sobre todo los que desarrollan allí su actividad, los habían abonado a promesas, proyectos que estaban en marcha, y obras que se van iniciar, pero luego...más de lo mismo, nada. Las deficiencias en uno de los escasos suelos empresariales que tiene el Concello era revelador: no formaba parte de las prioridades. Y así, en los últimos años el deterioro de los viales fue a más, los robos en aumento, y la administración local seguía con "estamos en ello". Es por eso que con el anuncio de la inversión ven, por fin, la luz al final del túnel de la incompetencia.