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EL TIMÓN

Abal Varela gana el asalto

PSOE y BNG eran los que más tenían que perder si el cuatripartito no cuajaba y tuvieron por lo tanto que asumir las concesiones más dolorosas. En el reparto de concejalías el PSOE no parece desde luego el partido llamado a liderar durante cuatro años el proyecto de izquierdas de Cambados.

En realidad, los socialistas se quedan con poco más que las migajas. Salvo Empleo, todas las demás concejalías que se reserva el PSOE se antojan menores e incluso es más que dudoso que Fátima Abal pueda sacar mucho rédito político de una materia como Empleo, en la que los concellos apenas tienen competencias y que quizás le dé más disgustos que alegrías unos cuantos meses más, mientras no se disipe del todo la pesadilla de la crisis.

Los otros tres partidos se reparten las áreas más potentes, como Cultura, Urbanismo o Servicios Sociais. Y aunque es evidente que en una negociación todo el mundo tiene que ceder algo, este reparto de concejalías deja en un lugar dudoso a la alcaldesa. Unos dirán que ha sido la más generosa, pero otros verán en él una muestra de debilidad política.

Mientras, el BNG podrá tener finalmente todo el día en el Ayuntamiento a Víctor Caamaño, único edil del gobierno capaz de hacerle sombra política a Constantino Cordal y Xurxo Charlín, dos antiguos "bloqueros" más listos que el hambre que aspiran a convertir a Somos en 2019 en el referente de la izquierda local. Caamaño podrá estar atendiendo a los vecinos en el Concello como liberado porque los demás socios han aceptado que cobre algo más de 2.000 euros brutos al mes. Pero a cambio, el BNG renuncia a su gran bandera de los últimos 20 años: la peatonalización de Fefiñáns.

Somos Cambados no se desprende de nada en especial, pero tampoco se lleva grandes caramelos, así que José Ramón Abal Varela se presume como el ganador de este segundo asalto de las negociaciones del cuatripartito. Porque si bien ha renunciado a la locura de que solo él podía ser el alcalde, así como al punto de su programa en el que prometía que no habría concejales liberados (habrá cuatro, y uno de ellos será él), a cambio se queda Obras y Urbanismo, una concejalía propicia para el lucimiento político y que le dará mucha popularidad -el tiempo dirá si buena o mala- de cara a las próximas municipales.

Llama la atención que un ingeniero químico de 35 años, sin experiencia en la materia, se quede con una asignatura clave en cualquier gobierno y que puede hundir a un alcalde, como pasó en O Grove. Así que quizás fue el más hábil -o el más intransigente-, tomándose así la revancha a aquellos que en privado le acusaban de ser una marioneta de su padre, pero que después acabaron aceptando a sus primos de Zumosol en la negociación, mientras que Ramón Abal Padín no apareció por las reuniones para nada.

El cuatripartito de Cambados empieza mal. Es tan opaco como el Club Bilderberg y se aprecian en él unas tensiones internas que eternizan cada negociación. Y los tronos cuesta mucho conquistarlos, pero se pierden en nada.

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