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Ilustres

El mural de Failde en Os Remedios

En 1960 la Cámara Oficial Sindical Agraria de Ourense encarga al escultor Antonio Failde un mural de granito para colocar en el pabellón que había instalado en el recinto ferial de la Casa de Campo de Madrid. La obra además de la finalidad meramente estética tenía también una finalidad práctica que era separar la zona de exposición de la cafetería. La Cámara abonó al artista ciento cincuenta mil pesetas, que pagó en tres plazos. El 23 de mayo de 1962 fue inaugurado por Franco. Transcurridos varios años el pabellón fue cayendo en desuso, siendo necesario tapiarlo para evitar destrozos en el mural.

Ante esta situación, en 1986 se comienzan a realizar gestiones con el Ayuntamiento de Madrid para que la obra regrese a Ourense y a cambio, como contrapartida simbólica, se dona a la capital una estatua de S. Isidro obra también de Failde.

Las negociaciones concluyen cuando en mayo de 1989 el mural es trasladado a Ourense, lo que originó un gasto de más de tres millones de pesetas. Su llegada reavivó el debate de su ubicación ya que el lugar elegido se consideraba poco destacado. Con anterioridad se habían hecho otras propuestas como As Burgas, la Alameda, la orilla izquierda del Miño o la explanada de la Comisaría de policía alegando que este lugar suponía un seguro contra el vandalismo. En octubre se puede decir que es reinaugurado por el alcalde de la ciudad en presencia de un nutrido grupo de ciudadanos. Hoy, veinticinco años después, el tiempo le ha dado la razón a aquellos que habían criticado el lugar elegido para su emplazamiento.

La elección de Antonio Failde como artífice del mural supuso por un lado una garantía de galleguidad, ya que a lo largo de su trayectoria artística, el arte gallego, desde la Edad Media hasta el más popular, ha sido su fuente de inspiración. Por otro lado, el escultor era también una garantía de oficio porque las fechas en que se le hace el encargo coinciden con su época de mayor madurez profesional.

El mural es de granito de Trasalba, tiene ocho metros de largo por tres de alto y está esculpido por las dos caras. La temática de ambas alude a la agricultura en sintonía con su primer destino. Sin embargo desde los puntos de vista formal y técnico la concepción de cada una de ellas es diferente.

En la cara principal existe un planteamiento previo que no se da en la cara posterior. Las figuras del afilador, los segadores, el herrero o del ganado se superponen a diferentes niveles sin dejar espacio entre ellas, pero manteniendo la claridad de la composición y del mensaje. El estilo es más depurado y está en consonancia con las pautas del arte oficialista de los años sesenta, que dedicaba buena parte de su temática a la exaltación del trabajo y del desarrollo.

En la cara posterior el tema elegido es la vendimia, que el artista esculpe siguiendo un planteamiento de deliberada sencillez seis relieves independientes e intercalando también de manera aislada algunas ramas de vid. El estilo aquí es más espontáneo, las figuras forman grupos de pequeño tamaño y de relieve más pronunciado. Failde vuelve a sus orígenes en los que uno de sus rasgos más significativo es la inspiración en lo popular que pone de manifiesto una mayor cercanía al espectador.

Todo esto hace que el resultado final haya sido una obra de interés, a pesar de tratarse de un encargo con unas características determinadas teniendo en cuenta el cliente y el lugar al que estaba destinada.

(*) Doctora de Historia del Arte, catedrática de secundaria.

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