Hace aproximadamente tres meses una llamada recibida en el Consorcio de Bouzas despertó la curiosidad de sus trabajadores. Una voz se oyó al otro lado del hilo: "Quería hablar con el gabinete de la delegada del Estado, Teresa Pedrosa". Desviada la llamada al gabinete, la voz se identifica: "Mire, llamamos de la Cámara de Comercio de Madrid. Estamos preparando la visita a la capital del alcalde de Miami, que está muy interesado en reunirse con un representante de las zonas francas españolas, concretamente con Teresa Pedrosa. Y, por cierto, ¿cómo hay que tratarla protocolariamente, ilustrísima, excelentísima?". Estupor en el Consorcio, de donde el interlocutor vigués quedó en llamar más tarde al inesperado comunicante de tan "teresianos" deseos. Se llama desde el Consorcio a la Cámara de Comercio de Madrid y se pregunta por el nombre que había dejado. "Aquí no trabaja nadie con ese nombre", respondieron desde los madriles. ¡Era el pequeño Francisco Nicolás, que debía querer hacerse un selfie con Teresa Pedrosa!
Quevedo nos trae un libro
Tiene una biblioteca bien nutrida en la que destaca la poesía y la literatura picaresca, lo cual no es más que hacer honor a su nombre:Juan Francisco Quevedo. El 28 de este mes estará en Vigo y en Cangas (donde tiene amigos como el médico Paco Bujalange)y, si sabe que presentará su nuevo libro en La Mangallona, el artístico espacio del pintor Camilo Caamaño, aún no sabe en donde en Vigo. Yo me imagino a este mexicano que conocí por medio de la ginecóloga cubana Blanca Limonta y es boticario rural en el hermosísimo valle de Herrerías, en el pueblo cántabro de Bielva, junto a las cuevas del Soplao, escribiendo en medio de la tranquilidad de aquellas tierras de montaña que conozco bien porque de ellas procedo. Tiene un blog de poesía con miles de seguidores y menos mal porque por allí los boticarios no corren, la vida es tranquila y escribir es una terapia contra el silencio aletargado. Lo esperamos en Vigo con su "Ana en el mes de julio", una novela sobre los años 70 con sobredosis de heroína por medio.
Un vigués en Ucrania
Quevedo viene a Vigo pero hay quien desde Vigo se va a Ucrania, nada menos. Creo que un abogado vigués partió para la zona prorrusa de Ucrania, invitado como observador internacional a las elecciones de Donetsk. Ya lo contaremos.
De visibilidade, mínima
Nos invita Javier Pérez Buján, director de la Fundación Laxeiro, a que vayamos hoy a la Casa das Artes a la "magnífica" exposición titulada "Visibilidade mínima" del fotógrafo Juan Adrio (1971).Un proyecto en el que continúa trabajando con la idea de límite, en este caso, con una obra paisajística realizada en color que, sin embargo, parece hecha en blanco y negro, debido al tema elegido: fotografías del paisaje montañoso gallego en momentos de niebla intensa. Límite también de lenguaje fotográfico y cinematográfico.
