Hemos de agradecer a la Consellería de Cultura la eficaz actuación en la Capilla de San Juan de la catedral de Ourense que ha supuesto la recuperación de un espacio artística e históricamente de gran valor. La restauración integral ha consistido en actuaciones en la arquitectura, en el retablo e imágenes así como en las vidrieras, cuidando poner de relieve la presencia del pozo y la pila bautismal y la conveniente iluminación del conjunto.

Una capilla que durante los últimos 50 años ha permanecido al margen del conocimiento de los propios ourensanos. Creo por ello oportuno destacar su historia y su patrimonio.

Bautisterio

El primer uso de este espacio ha sido claramente bautismal, dentro de los conjuntos catedralicios, tan bien estudiados por el profesor Carrero Santamaría, formados por una serie de edificaciones de culto y de usos más prácticos, no falta nunca el Bautisterio como edificación independiente y con personalidad. Naturalmente no se trata de la capilla actual sino de otra románica de la que solo podemos hacer suposiciones, pero la dedicación a San Juan, el pozo con el agua, la pila, la centralidad de la planta casi cuadrada son razones fundamentadas para esta suposición. Y capilla bautismal ya adosada a la planta catedralicia siguió siendo después de su reedificación y mientras la Parroquia de Santa Eufemia se mantuvo en la Catedral. En la pila de esta capilla fue bautizado el pintor "velazqueño" Antonio Puga como recuerda una lápida. La pila Bautismal de grandes dimensiones es obra también gótica del XV con una pila de mármol menor en el medio para facilitar el bautismo, obra del siglo XIX.

Arquitectura

El estudio de alto rigor e interés del profesor Julio Vázquez Las obras góticas en la Catedral de Orense (1471-1498). Porta da Aira Nº 6. Grupo Francisco de Moure, Ourense, 1994 - 1995, pgs. 37-98, que seguimos, historia y valora la construcción de la capilla, tras la destrucción de la precedente en 1471 durante las luchas entre el Conde de Benavente y el de Lemos: "derrocaron la capilla grande de bobeda del señor Sant Iohan Bautista donde rescebian los Sacramentos del Santo baptismo." Dice un documento coétaneo, siendo también capilla en la que se documentan enterramientos de varios canónigos.

La construcción de la nueva capilla se iniciaría una vez que las obras de la fachada norte estaban prácticamente acabadas, en un documento muy esclarecedor expedido el 26 de abril de 1482, Diego González se obliga a dar al canónigo Rodrigo de Ribera, al racionero Alonso González, al clérigo Álvaro de Camba y a Juan Vizcaíno, 10.000 pares de blancas a cada uno para que los cuatro recorran el obispado vendiendo las mil cartas de la cofradía, que el Cabildo les daría, para reparo de la capilla de San Juan, dando cuenta de los ingresos al canónigo "obrero" Gonzalo Fernández da Insua. La obra que se adosa a los muros de la Catedral tiene como autor a Diego González de Valtanás, cantero, que se decía maestro de la Iglesia y puente de Orense que levanta una obra de grandes calidades técnicas tanto externa como internamente con dos grandes ventanales ojivales "formados inicialmente por cuatro baquetones de basas hexagonales rematadas en arcos apuntados que al entrelazarse en su parte alta derivan en una compleja tracería gótica flamígera en forma de ojos verticales que inscriben en su interior una moldura en forma de pica invertida", el de la fachada occidental lo ocultó externamente la construcción de la capilla de las Nieves. De las vidrieras del siglo XVI muy buenas de estos ventanales solo llegaron algunos fragmentos con figuras de profetas y ángeles que han sido restaurados y recolocados.

De considerable altura se cubre la capilla con una bóveda estrellada. Otra de las finalidades de esta capilla era la de servir de lugar de enterramiento, para ello se construyen en la nueva ocho lucillos sepulcrales formados por una profunda cavidad con arcos apuntados que descasan sobre finas columnas delicadamente decorados con motivos propios del gótico conformando un interesante catálogo de temas relacionados con las "marginalia" de códices y coros: cardinas, animales (perros, osos, leones, garzas, águilas, lechuzas, monos ya bebiendo ya tocando la gaita), animales fabulosos como dragones de varias formas, sirenas, tritones, genios, figuras humanas como amorcillos tocando instrumentos, arqueros, soldados, un hombre comiendo, y otros con racimos de uvas, o con jarras en las manos. Dos hombres rezando y 4 ángeles. Hay dos pequeños escudos con los campos en blanco pero con letreros no bien legibles:... MEAM DEO CA y ES.PERUISA.M.DEO.EST. que parecen tener sentido funerario si bien no hay constancia de haberse enterrado nadie en ellos.

Retablo e imágenes

Llena uno de los muros un retablo de gran desarrollo vertical, también cuidadosamente restaurado ahora del que hace años publiqué un detenido estudio documental y valorativo: Miguel Angel González García,"El entallador Benito Rodríguez Muxica y el retablo de la Capilla de San Juan de la Catedral de Ourense". Porta da Aira Nº 5. Ourense, 1992, pgs. 95-122. En él di a conocer el contrato del mismo el 10 de octubre de 1695 que hace en nombre del Cabildo el canónigo Andrés Ruiz de Salamanca, personaje muy digno de interés con Benito Rodríguez Muxica, que es probable trabajase en la Capilla del Santo Cristo con Castro Canseco y cuyo estilo evidencia. En esos momentos el Cabildo destina la capilla a dar culto a la imagen de Nuestra Señora del Rosario tal como recoge el acuerdo de 26 de marzo de 1697: "Tratose de la propuesta del Sr. Salamanca sobre el culto que se ha de dar a la imagen de Nuestra Señora del Rosario nuevamente colocada en la Capilla de San Juan y habiéndose tratado, conferido y disputado largamente este punto se resolvió que todos los domingos del año se diga el Rosario en la capilla de San Juan y el día de la Anunciación de Nuestra Señora, que es el de su colocación se diga en la Capilla de San Juan cantada la misa que el mayordomo que es o por tiempo fuere del Rosario había de cantar en la capilla del Rosario sin contravenir este acuerdo en manera alguna y en este día y en su víspera se diga así mismo el Rosario en la Capilla de San Juan."

La traza de este retablo es realmente original y se aparta de los esquemas "canónicos" o más reiterados de la retablística barroca. Podríamos decir que a un núcleo central, verdadero retablo con dos cuerpos rematados por un cascarón con tres calles cada uno de los cuerpos, la central más destacada, se le añade para darle más presencia, todo un marco a modo de calles extremas y un cuerpo superior con el guardapolvos, todo ello con decoración de grandes hojas que toman disposición sinuosa, casi cerrando círculos en los que se inscriben pequeñas figuras desnudas de ángeles, rematándose estos paneles con decoración avolutada a modo de peineta, al aire. Un frontal de similares características, insiste en este gusto por la "solemnidad de la talla dorada". De un retablo anterior renacentista han aparecido ahora algunos elementos como unas tablas decoradas con finos grutescos y una Virgen en muy deficiente estado.

En el marco del retablo se incorporan una serie de elementos e imágenes que nada tienen que ver con él, unas son anteriores y otras llegan más tarde con distinta procedencia pero llenas de interés y de memoria. El Sagrario ocupa la hornacina central concebida como un escenario cuyas cortinas separan ángeles es anterior una valiosa obra manierista, tratado como una pequeña arquitectura, en la puerta en la Resurrección, sobre ella la Santa Cena, ha perdido las imágenes de San Pedro y San Pablo que llevaría a los lados. Es obra de Aymon Pourchelet, documentada por Olga Gallego Domínguez en La obra del entallador Aymon Pourchelet en Orense (1580-1603). BOLETÍN AVRIENSE, I. Orense 1971 p. 134), encargada para la Parroquia de Santa Eufemia de la Catedral que luego pasaría a esta capilla: "Este mismo año de 1583 estaba haciendo la custodia para la Capilla de Santa Eufemia de la Catedral de Orense, pues da poder a su mujer, a su cuñado y al racionero Juan Pérez para cobrar de los curas y mayordomos de Santa Eufemia lo que le debían por la custodia que estaba haciendo". La policromía a base de oros principalmente se completa en la parte interior del Sagrario con una representación de la Fe.

La talla de Juan Bautista, representado de pie, vestido con pieles y señalando con la mano derecha al cordero que sostiene en la izquierda se resuelve con dignidad. Su cronología puede aceptarse sea la misma de la Custodia y atribuirse al propio Aymon Pourchelet.

* Delegado de patrimonio de la diócesis