El mismo 25 de julio del año pasado, todos fuimos conscientes de que nunca íbamos a poder olvidar esa fecha. Ha sido, sin ninguna duda, el Día del Apóstol más triste que hemos vivido nunca los gallegos, nuestro trago más amargo y la mayor prueba para nuestra entereza.

Por eso hoy, al revivir aquellas horas de dolor, nuestro pensamiento está, inevitablemente, con las familias de las víctimas, con los heridos, con todos aquellos que han sufrido durante este tiempo, y a quienes queremos hacer llegar nuestro cariño y nuestra cercanía. Siempre los hemos tenido presentes y siempre van a seguir presentes en nuestro pensamiento.

Quienes pudimos acompañar a las familias en el Hospital Clínico Universitario de Santiago y ver de primera mano el lugar del accidente, fuimos testigos de una pena que no podía tener consuelo. Pero aquel día también pudimos ver que, en los peores momentos, todo el mundo sacó lo mejor de sí mismo.

Hablo de los vecinos de Angrois y de todo Santiago, que dieron un ejemplo de solidaridad al mundo. De los miles de gallegos que acudieron a donar sangre a los hospitales. De la ola de solidaridad con Galicia que recorrió toda España. De los funcionarios y empleados públicos que sirvieron sin límite de ejemplaridad y dedicación. Desde la misma tarde del accidente, en efecto, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, el personal de emergencias, los profesionales sanitarios y los técnicos de las distintas administraciones -ayuntamientos, Xunta de Galicia y Gobierno central-- sumaron sus fuerzas de modo admirable con un propósito común: ayudar a quien, en esos momentos, más lo necesitaba.

Por eso, en medio de la tragedia, cuantos se interesaban por las víctimas y los heridos encontraron también un ejemplo de lo mejor y más noble de lo humano. Y así, junto a la tristeza, pudieron sentir un orgullo y una emoción reconfortante: la de ver el testimonio de la sociedad santiaguesa y gallega en su conjunto. Un pueblo que supo hacer de su hora más difícil su momento más solidario, generoso y heroico. Y que de este modo mostró, a ojos de España y del mundo entero, el afán que los anima, los ideales que los sostienen y los valores que representan.

*Presidente del Gobierno