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Sobreseimiento

Es lamentable la noticia del sobreseimiento del conflicto escolar que ha tenido a una profesora del Colegio San Narciso en vilo durante meses, víctima de la estupidez de unos alumnos que vinieron burlándose de ella y hasta amenazándola de muerte por teléfono, hasta que alguien de su familia descubrió, por causalidad, la denigrante extorsión de los mozalbetes que amparados en el anonimato, como siempre, han venido haciéndole la vida imposible y abusando de la buena voluntad de una profesional de alta cualificación y capaz de aguantar lo inaguantable por no perjudicar a estos tipejos mentecatos que confunden la libertad con el respeto y la responsabilidad propia siempre, insisto, a la sombra del supuesto, y por los que se ve real, anonimato que solo perjudica al injustamente atacado y molestado.

La Xunta de Galicia en lo que a su responsabilidad educativa se refiere, se lava las manos y anuncia el sobreseimiento del caso y la profesora se queda en la mayor indefensión que se haya dado nunca porque, por mucho que digan los supuestos investigadores, la extorsión, la amenaza el cachondeo lo hubo y no me extrañaría que siga habiéndolo en el futuro dada la gratuidad con que se puede hacer sangre de una persona honesta y trabajadora como la profesora en cuestión a la que conozco por haber sido alumna primero y compañera después el esta difícil profesión docente cada vez más vilipendiada porque no hay en las autoridades educativas ni en las otras, la suficiente energía para poner remedio a estos conflictos en los que siempre lleva la de perder el profesorado porque, o no hay pruebas o las pruebas se ponen en su contra.

La profesión de educadores en este país está, además de mal pagada y peor considerada, poco o nada defendida por quien debiera poner confianza en sus profesionales. Salvar un escándalo como éste diciendo que no hay pruebas es un modo muy fácil de vilipendiar a la, en este caso profesora, que tendrá que seguir soportando, si no la misma presión de los jovenzuelos (que ahora se medirán muy mucho de seguir en sus trece), sí sus actitudes en plena aula porque han salido victoriosos en un conflicto en el que la Xunta de Galicia y su departamento educativo no han querido entrar en serio dejando en la estacada a su empleada, la profesora en cuestión de la que, directa o indirectamente, se han desentendido dando cancha libre a los jovenzuelos que ahora se reirán del cuento.

Ya está bien de paños calientes, de cobardías y de mirar para otro lado. La realidad es la que es y quienes hemos vivido el aula durante años hemos estado viendo el deterioro del orden, la disciplina y el esfuerzo porque los técnicos que hablan desde los despachos no viven la realidad de cada día. Este sobreseimiento huele a cobardía o pasotismo de la autoridad competente. Una pena. Una vergüenza.

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