El editorial de Faro de Vigo el domingo pasado puso el dedo en la llaga: hay que buscar soluciones al proyecto de la plataforma logística de Salvaterra ya. Es verdad que agregar de forma continua 4 millones de metros cuadrados es un desafío en Galicia. La atomización de la propiedad de tierras es un disparate. Y, que en el momento actual, el suelo empresarial no parece la mayor de las urgencias para la política económica.

Pero no nos engañemos. Volverá la presión de la demanda sobre el suelo. Y lo hará sobre todo cerca de los núcleos económicos más potentes; sobre todo, Vigo y A Coruña. Por eso, no es solución lo que hicimos durante muchos años en Galicia: ofrecer parques empresariales dónde las empresas no lo demandan. Eso es lo que explica que justo antes de la crisis tuviésemos ocupaciones del 100% y lista de espera en algunos y porcentajes convergentes a 0% en otros. Por más que el urbanismo de algunos municipios medianos agradezca que ciertas actividades económicas se agrupen y sitúen en la periferia de la villa en pequeñas áreas de negocio, esa no es la solución al desarrollo económico de Galicia.

Necesitamos millones de metros cuadrados compactados en el espacio, con las infraestructuras de diverso tipo que hoy necesitan las empresas, con conexiones por tren y red viaria, con acceso rápido a aeropuertos? Y a un precio razonable. Tenemos que tenerlo preparado para cuando una multinacional nos lo demande, para que las empresas gallegas puedan montar aquí las plataformas logísticas que hoy encuentran fuera. Porque los procesos de maduración para la puesta en uso de suelo empresarial son muy lentos y no podemos decirle a una empresa que espere cuatro años o seis a que haya suelo.

Por tanto, necesitamos reactivar el proyecto de Salvaterra do Miño. Y no podemos olvidarnos del puerto seco de Monforte y el proyecto de Val de Rabeda. No se trata de acabarlo todo ya y tenerlo vacío. Sí de estar preparado para cuando lleguen los comensales, pidan un plato concreto en la carta y podamos servirlo con una demora razonable. Igual que hacen los cocineros en los restaurantes.

*Director de GEN (Universidade de Vigo)

@SantiagoLagoP