Sobre lo que se está publicando en la prensa estos días y como partícipe de la fundación de la Comisión de Hostelería de AED y ex-miembro en estos momentos de dicha comisión, y como socio de la AED, no puedo quedarme de brazos cruzados y creo dar voz a otros muchos del sector.

Como primer apunte, la valentía del Sr. Alcalde de Lalín de dar la oportunidad a una persona como Senande de poner en marcha un "cambio radical" en el modelo de organización de las fiestas patronales.

Como segundo, la valentía de Senande de emprender este cambio con unas bases muy causativas en cuanto al tema y al antiguo sistema de año tras año funcionaba o se presentaba de forma sistemática y rígida, con los petitorios que todo el mundo escapa, muchas veces bajo el lema de "se non queren facer as festas que non as fagan".

Como tercero, poner en escena la reflexión de que el Lalín urbano de hace veinte años es bien distinto al actual, por lo que la apuesta de diversificar las posiciones de diversas atracciones me parece lógica, y es de entender.

Como cuarto, que ante cualquier duda que pudiese haber, que se publiquen los petitorios y que se pueda ver quién realmente se compromete con las fiestas.

Desde que creamos, y digo creamos porque Montilla, Moncho Villanueva, María José Portas y yo estábamos allí sentados en el Casino de Lalín cuando se germinó la idea y posterior incorporación a la AED, siendo presidente José Luis Vila, con los primeros Viernes Chévere, concurso de tapas, imagen corporativa, Samaín, San Cristóbal, negociación con Deleite de Alimentos Lácteos, curso de cata de vinos y cervezas y muchas propuestas que están y siguen encima de la mesa, esperando que salgan a la luz a través de los que forman la comisión actual.

Quiero decir que existen muchos negocios que gozan de situación privilegiada, por ser zona de paso o estar cerca de donde se celebran los acontecimientos, suerte para ellos, pero que en muchas ocasiones se han organizado actos en el centro del pueblo, en el campo de la feria, como el concierto de la Panorama para recaudar fondos para el Club Deportivo Lalín, siendo presidente Viti, y A Casa do Gato aportó 100 euros, y muchas sorpresas de que esta gente privilegiada no aportaba "ni un duro", y sin embargo tenía ahí todo el festival, posteriormente se enfadaban por haber puesto una barra.

Resumiendo, apoyamos la iniciativa de Senande y de todo su equipo colaborador, que le deseamos dé un vuelco importante en todo lo referente a organización de eventos y actos, y que, como miembro de la asociación de hostelería, "no comparto lo que dice el vicepresidente de la asociación, que se puede entender que lo pensamos todos los del sector. Que estamos en una zona del pueblo impedida de aparcamiento, de gente de paso, de terrazas, de un montón de factores y muchos, muchos, que pueden pensar lo mismo, si sus negocios o su vivienda están en la rúa da Ponte, Areal, Feás, Monte Faro, Praza da Marina..., donde no se aprecia ambiente de fiesta, y en base a esto...

Propongo que se facilite la organización de fiestas de barrio, tipo San Juan da Cacharela, Entroido da Cacharela, porque nosotros nos ofrecemos para organizar la de la Zona Baixa, a la espera de que otros hagan lo mismo, de forma privada y responsable en cuanto a contrataciones, gastos, etc.

Sin más, deseando que todos estos movimientos sean producidos por un interés de mejora hacia un mejor Lalín.

*Cofundador de la comisión de hostelería de la AED, socio de la AED y c propietario de A Casa do Gato Lalín