Y en ese tren político hay un segundo vagón que quiere adelantar al primero, como ha sido siempre. El PSOE, que ha pasado estos tres años de esta legislatura sin demasiada actividad y, aparentemente, con poco espíritu de renovación, empieza también a moverse. De momento, por lo que hemos leído, buscan cargarse el Presupuesto Municipal recientemente aprobado porque lo consideran, nada menos, un fraude en el que el PP oculta malas intenciones económicas. Los socialistas marinenses, históricos alternantes en el gobierno local, tienen en su seno un ambiente bastante discrepante y mucho me temo que han dejado escapar la ocasión de renovarse y de captación de nuevos apoyos, afiliados o no y, en cambio, han venido perdiendo masa social lo que no cabe duda, será un escollo importante a la hora, tanto de formar una candidatura competitiva, como de sentirse arropados por los suyos como en otras épocas. Pero un año da mucho de sí, también es verdad, y nunca se sabe.