A las aldeas les llaman diseminado,/ donde la vida se detiene en cada roble./ Parajes y miradores/ y un deseo por cumplir./ Tierra humanizada para vivir.
Un canto del ruiseñor avisa./ Donde el llover es siempre arte./ Caminan los viandantes por un/ camino lleno de piedras.
Allí donde la unión hace la fuerza,/ donde la retranca es cosa de misterio./ Y el idioma es de propiedad intelectual./ Una excusa me sirve para no marcharme.
En cada anatema, el grito de Munch.../ Cuando es metáfora de colores./ Jugar ascendiendo los árboles,/ y arañando un pedazo de cielo.
Es por eso que las cosechas/ tienen el sabor del cultivo...
Los días señalados se respetan,/ los sueños se hacen realidad/ y la realidad supera la utopía./ Donde te marcan el devenir.
Las generaciones viajan en un /espacio-tiempo. /Siempre con la esperanza de salir.
*Vecino de Silleda