De cena con Peláez y Benito

Ayer cené con esa pareja de próceres que son el metalúrgico vasco José María Peláez y el miñorano catedrático Fernando Bartolomé, varones amantes tanto de sagradas tradiciones como de formas y maneras. Con ellos el tiempo corre hacia atrás pues cada retazo del presente se explica desde las grandezas y miserias del pasado, y es que uno y otro tienen la historia de España en el negro de una uña. Caímos por los muy concurridos fogones de Lamari en una atardecida espléndida de sol y de gentío. Recuerdo entre las brumas de la memoria que hablamos del eterno femenino que, como en Goethe, siempre nos atrae hacia lo alto. Y hablamos de proyectos: el aragonés, con cercanas conferencias sobre nuevos descubrimientos en la vida del conde de Gondomar; el pujante Peláez con su próxima, y van tres, novela, un thriller ambientado en el mundo de las antigüedades. Después nos derrotamos por los placeres de Lamari y sus guisanderas, que nos regalaron con una empanada recién horneada anticipatoria del gusto para unos percebes que eran el mar en su quintaesencia más autóctona, y culminamos con un guisote de peixe sapo imperial que para sí hubieran deseado los gastrónomos de más fino papo. Rematamos con una selección de dulces pues los tres ya vamos teniendo una edad donde el azúcar timonea el gusto y todo estuvo regado con un frutal Ribeiro de Gomariz y algún espirituoso de poco abuso. Y entre cantos de salutación optimista a la amistad, cada mochuelo se retiró a su olivo al sonar la discreta hora en que Cunqueiro decía que el chantre de la catedral se escapaba a mocear por alguna casa de tapadillo de la rúa del Villar.

A Cecebre por Wenceslao

¿Y a qué va el sábado desde Vigo a Cecebre, cerca de A Coruña, el periodista y doctor en Literatura Española en Estados Unidos, Santiago Vilas? Pues a celebrar con una conferencia suya el 100 aniversario de la llegada de Wenceslao Fernández Flórez a este pueblo, corazón de su obra "El Bosque Animado", en el que se quedaría a vivir para siempre.Allí le espera el presidente de la fundación, Antonio Montero, que habrá salido antes también de Vigo, donde fue creada la fundación hace 15 años por Carlos Casares, Francisco Del Riego, Xaime Isla Couto, Alfonso Zulueta... Santiago Vilas, que fue periodista de FARO hasta que marchó a Estados Unidos en los años 60, hablará en la casa-museo del escritor sobre su vida y sobre el humor (que falta hace).

Y el erguido Gonzalo Tapias

Estuve en casa de Gonzalo Tapias, que me recibió con sus 92 floridos años, esos mismos con los que unos días antes había compartido un café conmigo en el barrio viejo. Está esbelto y bien conservado, y a lo mejor eso le viene porque casó con 50 tacos y no fue padre hasta los 54, o de los años en que dio clases de tenis desde que le graduó Manolo Santana, o de sus años de hockey sobre hierba con Ricardo Briz en Club de Campo. Gonzalo, que de sus estudios de Bachillerato en el Labor le quedan compañeros como Segundo Troncoso y Eduardo Romero, vive muy cerca de Lalo Vázquez Gil, cronista oficial de la ciudad. Saludos.