Nardo Faro Lagoa sigue dando quebraderos de cabeza al gobierno. Últimamente ya no se corta y parece un concejal plenipotenciario con mando en todas las áreas, que si Obras, que si Comercio: que si Policía, que si Personal, que si Playas... A medida que avanza el curso político avanza también su fortaleza y ya no repara, como antes, en si puede sentar mal inmiscuirse o no en cuestiones que son ajenas a su área. Ahora está metido en la delegación de Persoal y convencido de que hay que santificar las fiestas, que es uno de los Diez Mandamientos.

A toque de guitarra. Es de los conciertos más esperados. El Auditorio acogió ayer una actuación de los alumnos de guitarra del Conservatorio Profesional de Müsica de Cangas y de la Escola Municipal Inocentes Camaño. Todo un éxito.