Ayer veía amanecer la ría desde la piscina del gimnasio, entre 7.30 y 8 y, a un tiro de piedra, la gran mole del mercante Baltic Breeze acoderado en el muelle de trasatlánticos en espera de la investigación sobre el choque y naufragio del Mar de Marín. Nuestra vida está separada de nuestra muerte por una fina película llamada azar. ¿Quién le iba a decir a curtidos marineros como Alejandro García Castro, Carlos Santos Villar o Hassan Zigari que ya no iban a estar con nosotros? Yo mismo estaba invitado hace unos días a un paseo en barco al que por fin no fui y acabó en luctuoso naufragio. El mar da mucho pero lo cobra.

Del gimnasio a la cocina

Pero la vida tiene que seguir, pensaba yo ayer mientras castigaba el cuerpo, poco antes de ver en el gimnasio disciplinándose al argentino Andrés Medici y a Ivana Boeri. Ellos son los responsables de que el Oh, Sushi, ahora en la Avenida Martínez Garrido, 83, siga siendo un lugar referencial de la cocina japonesa que se hace en Vigo. Tengo que volver a este restaurante en el que comí muy bien la última vez pero fue hace algún año, en su anterior emplazamiento. Sé que ahora tienen un menú del día (no vísperas de festivos) por 15 euros y el de degustación por 35 sin vino. Un buen restaurante japonés, con crudos y por tanto obligado al buen producto, no puede ser barateiro si quieres gozar de todo su repertorio. Y Andrés es un buen creativo.

Los paisajes de María Galán

De cocina no sé si sabrá algo la joven artista viguesa María Galán, pero sí de Bellas Artes, estudios que hizo en Madrid tras pasar de pequeña por el taller de pintura de la viguesa Cristina Fernández Nuñez. Hija de Mario Galán, ese demandado médico vigués que nos compone y recompone huesos y alrededores, María debe estar con los mismos nervios que cuando competía y ganaba premios nacionales con el club Flicflac de gimnasia acrobática, porque se bautiza mañana con su primera exposición individual en la galería Espazo en Branco de Santiago. Muy atractiva su propuesta: la fugacidad del paisaje desde el tren plasmada en 120 imágenes en técnica mixta sobre tabla. Y pronto, a París a estudiar conservación de bienes culturales.

As Neves, si de catar se trata

¿Y qué hacían con gesto deleitoso en Casa Calviño, de As Neves, los periodistas Fernando Ramos (hace tiempo volcado en la docencia universitaria) y Luis Piñero, que goza de las mieles de la prejubilación? Pues catar con Emily Boullosa los callos y el vino Rubiós de la casa, la empanada de lamprea... en un comedor que estaba a tope, con no poca gente de Vigo, pandillas de chicas liberadas de varón... Claro, fue ese día de la Reconquista festivo en nuestra ciudad.