Entre los marinenses, a lo largo de los tiempos, hemos tenido distinguidos y afamados convecinos que tanto en el ámbito municipal, como en el provincial, nacional y allende los mares, han dejado una huella indeleble de su buen hacer, su honradez y su capacidad para desempeñar sus distintos cometidos en nuestra sociedad, desde corsarios, guerrilleros, magistrados, benefactores, poetas, periodistas, hasta militares, marinos, clérigos, políticos, educadores, médicos, etc., que han destacado por sus excepcionales cualidades personales y profesionales y por lo tanto merecedores de ser recordados por nuestra sociedad a la que dedicaron todo su trabajo y esfuerzo. Por eso traemos hoy a este comentario a don Manuel Cerqueiro con motivo del ochenta aniversario de su muerte, ocurrida el 21 de marzo de 1934, y que fue el gran defensor y protagonista de la clase trabajadora impulsando el movimiento agrario de la época al fundar la "Sociedad de Agricultores de Soaje", y colaborando en la creación y fundación de la "Federación de Marín y del Morrazo" que también presidió. Estuvo siempre en la vanguardia de formidables agitadores de aquel tiempo cuando la mera calificación de agrario atraía los más duros vejámenes del más rancio caciquismo imperante.

Manuel Cerqueiro fue un honrado ciudadano, que dejó una honda huella de su paso por la vida en defensa del bien y la justicia. Había nacido el 21 de diciembre de 1869 y murió a los sesenta y tres años, siendo enterrado en el cementerio de Mogor, hecho que constituyó una sentida manifestación de duelo, y tal como relata la prensa de la época: "El tópico periodístico de que el entierro constituyó una sentida manifestación de duelo, perdió su matiz. De todo el distrito municipal acudieron sus amigos en legión para rendir ante su tumba el postrer homenaje y a reiterar ante sus restos -ya sagrados- el juramente inquebrantable al ideal democrático que inspiró su vida". Entre las numerosas personas se encontraban el alcalde señor Blanco y el concejal Rey en nombre del partido radical, cuya bandera cubría el féretro, el presidente del comité señor Massoni, que improvisó una fervorosa evocación señalando las singulares virtudes del difunto, recordando su vida pública de luchador agrario y concejal celoso de su cometido, a pesar de las persecuciones que tal conducta le acarrearon.

Fue uno de los primeros concejales de la oposición que luchó al lado del gobierno municipal, presidido por don José del Río, tanto desde su escaño como en la calle, en la ejemplar y heroica lucha de la recuperación de la Lonja, y que popularizó con acertados epítetos de "fungueirazos" de tan buena acogida popular y que tan gratamente le sonaba a los oídos del indomable luchador, ejemplo perpetuo de defensa de los intereses de la colectividad.