La recopilación de la obra "90 años de humor gráfico" que publica Faro de Vigo, de la mano de su autor Ceferino de Blas, confirma que el humor social ha perdurado en el tiempo y que se puede considerar como un testimonio sociológico de las diferentes épocas. Este libro que ahora sale a la luz es un testimonio activo de la historia de la ciudad viguesa y de Galicia, con sus tintas de esperanza y porvenir, pero también de censura, persecución e intolerancia en que el grafismo humorístico estimuló el sentido de la chispa y la intención, muchas veces oculta.

Esta síntesis del humor gráfico de la larga vida de Faro de Vigo explica el ingenio y el talante que ayudó a cruzar a los lectores las fronteras de los ciclos del ánimo histórico de nuestra sociedad. Desde estos balcones de las páginas para la sonrisa ha sido posible animar y aplaudir los diferentes proyectos de ciudad y los valores de la autoestima ciudadana; también para anunciar las peores pesadillas de cada época, porque si en el mundo no hubiese dolor el humorismo sería innecesario. Por eso que, generalmente, los textos y grafismos de humor periodístico jamás producirán carcajada pero sí reflexión por la chispa de amargura. "Debajo de todo humorismo hay siempre un gran dolor?" (Mark Twain, 1835-1910), sentencia con la que Castelao estaba de acuerdo hasta el punto de convertirla en lema en todas sus obras; por eso su humor gráfico es un arte que estimula la reflexión para comprender mejor lo que ocurre en nuestro entorno.

¿Puede considerarse al artista del humor gráfico como un testimonial exponente del cambio social? Lo que sí es cierto es que el artista, en tanto que intérprete de una realidad, ha contribuido al cambio en nuestros modelos de vida, pues el humorismo como expresión cultural, además de actitud filosófica como disciplina intelectual que busca la verdad, es válvula de escape de nuestra vida afectiva; válvula de seguridad defensiva necesaria para los momentos de angustia que aparentemente intenta restar importancia al tema que preocupa, porque los momentos de euforia no necesitan atenuantes. Hay ventanas de este humor gráfico que tienen rango de obras literarias.

Hay otro humorismo, propio de casi todos los humanos superiores, como Cervantes, Quevedo, Larra, Galdós, que proviene no tanto del dolor que los aflige, como de la altura desde la que contemplan la vida humana. Pero el humorismo de los pueblos no hay duda que se origina en el sufrimiento que tienen que soportar y contra los que, a veces, no caben más recursos que los filosóficos que se manifiestan en ese humorismo. Si de Galicia salieron muchos y buenos cultivadores literarios del humorismo es señal evidente de que la creatividad galaica está dotada de esta peculiaridad tan estimada.

Admiramos a las gentes con humor, porque el humorismo es quizás el elemento diferencial más importante entre los hombres y las bestias. Ahora comprendo mejor las razones de muchos pueblos que han sufrido y que sufren, como el nuestro, para que en su angustia no le quedara más consuelo que el de su humorismo, mezclado con el estoicismo necesario para no sucumbir.

Este libro, sobre los 90 años de humor en Faro de Vigo, reproduce una parte de lo que supuso una revolución en la cultura visual: la divulgación del mensaje gráfico del humor. Faro de Vigo ve la luz en la edad dorada de la caricatura, precisamente cuando también se descubre que el humor es una de las estrategias más útiles para la enseñanza. Y es aquí cuando nace una nueva relación entre texto e imagen. Más tarde nacería el cómic, seccionando la historia en paneles, la ilustración figurativa monocromática que rompería las normas tradicionales de la académica reflexión gráfica. Y así, en 1907, aparece la tira cómica configurando las imágenes de la sociedad del entretenimiento y sus normas.

Entiendo que este libro es un homenaje a la imaginación y agudeza de los autores, humoristas e ilustradores, pero sobre todo es un reconocimiento a la fidelidad de los millones de lectores a lo largo de estos 160 últimos años de Faro.

Concluyo con Groucho Marx: "¿A quién va Usted a creer, a mí o a sus propios ojos leyendo el libro?

* Publicista