Los actores vivieron tres meses en la ENM y se hicieron clientes de Paquito en el Savoy, donde glosaban cada jornada de rodaje

Paquito, el camarero del Savoy, seguramente fue el pontevedrés que siguió más de cerca el primer rodaje de Botón de Ancla en la Escuela Naval Militar. No en vano buena parte de su gran plantel artístico se acercaba a merendar una tarde sí y otra también, y allí se comentaba de forma distendida las incidencias de cada jornada. Atendiendo a unos y otros, Paquito azuzaba el oído y no perdía detalle.

"Antonio Casal, Jorge Mistral, Fernán Gómez, Xan das Bolas€todo el equipo de la película vino mucho por el Savoy mientras duró el rodaje de Botón de Ancla en Marín. En cuanto les veía llegar ya calculaba cuantos eran y les juntaba varias mesas en el mejor lugar para que estuvieran cómodos€Fernán Gómez era muy alto y feo, con aquella voz que imponía tanto. Pero fue un actor estupendo".

Paquito no se habría perdido por nada del mundo la última proyección de esta película, que la semana pasada promovió la ENM con el IGAE en el Museo Provincial, dentro de la Semana de las Fuerzas Armadas.

La productora Suevia Film del mítico Cesáreo González, otro gallego que tenía entrada en el Palacio del Pardo, gastó dos millones y medio de pesetas en Botón de ancla. Este presupuesto se disparó a causa del enorme retraso que sufrió su rodaje, porque el mal tiempo forzó una y otra vez el aplazamiento de las escenas exteriores. La filmación acabó prolongándose casi tres meses, cuando estaba previsto su rodaje en un mes escaso. Finalmente la productora no solo recuperó su inversión, sino que obtuvo un cuantioso beneficio por su éxito internacional.

"Entre todos los actores que venían (Paquito nunca se refirió a las actrices, desde Isabel de Pomés, hasta Alicia Romay), quien más expectación despertaba en la ciudad era ¡Jorge Mistral!, que era guapísimo, guapísimo. A menudo venían grupos de chicas a merodear al Savoy y me decían: "Paquito, Paquito, ¿nos presentas a Jorge Mistral?" Y yo les contestaba siempre que no: "No, no. Yo no estoy aquí para presentar a nadie. Iros y no molestéis" (Paquito era muy suyo y lo contaba todo enfadado).

Con su aire de comedia ligera, de cierto sabor americano, la película reunía todos los ingredientes para gustar al público de la época. Pero su aire desenfadado suscitó ciertas dudas en Suevia Film a la hora de su estreno. ¿Qué pensaría la Marina de aquella historia tan alejada del militarismo, el folclore y el patriotismo que caracterizaban la cinematografía imperante?

Una consulta al más alto nivel disipó todas las dudas, porque tanto el ministro Francisco Regalado Rodríguez, como el director la propia ENM, Alejandro Molins, se mostraron encantados con el resultado final. Hasta tal punto se sintieron satisfechos que patrocinaron la gala de estreno en el Cine Avenida, de la Gran Vía de Madrid, y su éxito fue inenarrable.

"Antonio Casal se hizo aquí muy amigo mío; también era galán y tenía una mirada muy tierna que encandilaba a las chicas. Como sabía que a mi me gustaba pasear e ir a la playa, me decía: "Paquito, mañana si hace bueno te vengo a buscar y vamos a bañarnos a Portocelo. Y siempre estaba nublado o llovía€"

El gran empresario cinematográfico Isaac Fraga Penedo eligió Botón de ancla para la gala inaugural de su Teatro-Cine Fraga de Vigo, que tuvo lugar en la noche del 27 de marzo de 1948. Declarada "de interés nacional", la película obtuvo el premio al mejor guión del Sindicato del Espectáculo, que eran los "Goya" del franquismo.

Botón de ancla fue uno de los 49 largometrajes que se rodaron en España a lo largo del año 1947, junto a otros 129 documentales y cortometrajes. Al contrario que ahora, las salas cinematográficas proliferaban por todo el país; había un total de 3.900 cines, que equivalían a uno por cada 7.000 habitantes en un país que no tenía donde caerse muerto.

Pasado mucho tiempo, quien mejor reflejó la significación de esta película fue Fernando Fernán Gómez en sus celebradas memorias. Ante el asombro de los interlocutores más "progres", el actor le dedicó siempre buenas palabras.

"Al estrenarse la película tuve la sensación de que hasta entonces no había triunfado y ya llevaba diez años€Por primera vez había logrado un éxito popular€Las ovaciones eran estruendosas en los cines de reestreno€La gente me reconocía por la calle y quien no recordaba mi nombre decía: "¡mira, mira, ese es el que muere en Botón de ancla!

La muerte inducida de la urbanización Pontelerez

n La suspensión sine die del proyecto de urbanización de los antiguos terrenos de Tafisa por el Grupo Lar no deja de resultar la crónica de una muerte anunciada. Antón Louro lo sabe muy bien y por ese motivo se muestra hoy comprensivo, aunque el asunto se retrotraiga a Cesáreo Mosquera y Teresa Casal, sus antecesores en la concejalía de Urbanismo. Desde que pasó lo que pasó con el proyecto original que diseñó en su día César Portela y que fue rechazado ignominiosamente, ya perdió su hoja de ruta y zozobró sin remedio. Si Carlos Desco, delegado de Lar en Galicia, contara lo que le tocó sufrir con esta promoción fallida, la cara de vergüenza tendrían que caerle a más de uno y de una. El meollo de la cuestión está en evaluar cuanta responsabilidad ha tenido el Ayuntamiento de Pontevedra en este fracaso de Pontelerez.

El mecenazgo de Vasile con Ciencias Sociales

El meollo de la cuestión está en adivinar la acogida que dispensará la Facultad de Ciencias Sociales, y en especial su alumnado más aguerrido, al encuentro previsto para la tarde del próximo martes 11 con el polémico Paolo Vasile. El consejero delegado del grupo Mediaset (léase canales televisivos como Cuatro, Tele 5, La 9, FDF, etcétera) será ese mismo día por la mañana la estrella invitada al acto de reconocimiento de la Universidad de Vigo a sus empresas colaboradoras, un sarao organizado por el Consello Social que preside Ernesto Pedrosa. Entre bambalinas puede adivinarse la larga mano del marinense Manuel "Cachi" Villanueva, hombre fuerte de Tele 5; sobre todo en la firma de ese convenio tan atractivo a priori que permitirá a los alumnos de Ciencias Sociales realizar prácticas en las distintas empresas de Mediaset.

El acuerdo final por el sobrecoste de Pasarón

El culebrón que envuelve la recepción de las obras del estadio de Pasarón está abocado a su fin en los próximos días, salvo que Agustín Fernández decida lo contrario, que sin tiempo no fue. El concejal socialista encontró en el sobre coste del nuevo campo del Pontevedra CF la mejor forma de tocarle la puñeta a Rafael Louzán, que no parece santo de su devoción. Al fin y al cabo, que el presupuesto de una obra empiece en 7,4 millones de euros y termine en 15,8 millones bien merece una explicación razonada y razonable, aunque esa duplicidad no sorprenda hoy a casi nadie, porque todos hemos conocido inflaciones mucho peores. El meollo de la cuestión está en adivinar si Agustín Fernández enmendará la plana con su decisión inminente al último pacto alcanzado por Louzán y Lores, que daba por zanjado este engorroso asunto.