La petición a Vigo del cuadro "La Virgen poniendo al niño dormido sobre pajas", atribuido a Carlo Maratta, para una exposición temática del Museo del Prado, ha devuelto notoriedad al Pazo de Castrelos y su colección de pintura.

En 1935 llegaban a la ciudad, en dos tandas, entre agosto y septiembre, más de una treintena de cuadros procedentes de los Museos del Prado y de Arte Moderno de Madrid, para ser colgados junto a los del legado de Policarpo Sanz.

La cesión de obras de los grandes museos españoles es una práctica que permite que se airee la parte oculta de sus enormes fondos, y que pinacotecas, museos provinciales y sedes institucionales enriquezcan sus colecciones.

Son piezas por lo general de pequeño y mediano formato, firmadas por grandes artistas, incluso bocetos de genios de la pintura, que prestigian cualquier sala en la que luzcan.

Y es sorprendente que esas cesiones, siempre controladas, hayan sido hechas a Vigo, cuando la ciudad aún no disponía de museo. Solo lo explica la intervención del pontevedrés Sánchez Cantón.

El cumplimiento del viejo sueño vigués de poseer un museo, comienza a hacerse realidad en el mes de marzo de 1935, cuando es designado el primer Patronato de Castrelos, y el alcalde, Salgado Urtiaga, nombra presidente de honor al subdirector del Prado y crítico de arte, Javier Sánchez Cantón.

A este primer patronato, en cuya composición sobresalía la sociedad civil -vecinos, artistas-, le asigna el alcalde la misión de "culturizar" a los vigueses a través del museo. No en vano Urtiaga es el mandatario que quiso que Palacios creara la nueva ciudad.

En mayo de 1936, con Martínez Garrido de alcalde, se nombra un nuevo patronato, que cambia de integrantes, con predominio de políticos. También modifica la denominación: se llamará Patronato del Museo de Vigo y Parque Quiñones de León. Pero mantiene de presidente de honor a Sánchez Cantón y nombra vocal de honor a Antonio Palacios. Ambos serán los encargados de estructurar el museo.

En la primera reunión se acuerda que la apertura se celebrará "dentro de muy breve plazo y con la máxima solemnidad". Lo impide la sublevación militar, y tendrá que retrasarse al año siguiente, con otro alcalde y nuevo patronato.

Durante la guerra, Sánchez Cantón es encargado por la Junta de Defensa del Tesoro Artístico del traslado de las obras del Prado, amenazadas por los bombardeos. Más de tres centenares acaban en la Sociedad de Naciones, en Ginebra (Suiza), transportadas por un convoy ferroviario, en un episodio muy cinematográfico y novelado.

Concluida la contienda, las piezas regresan al Prado, del que Javier Sánchez Cantón será el director durante más de una década.

Bajo su tutela se eligen varias obras de Castrelos, de la colección de Policarpo Sanz, para la exposición sobre arte flamenco en España que en 1958 se celebra en Brujas (Bélgica). Los cuadros seleccionados son de Rubens, Frans Pourbus ("el Joven"), Antonio Moro y Brueghel "el Viejo". Es la época dorada del museo, cuando no existían otros en Vigo, y se valoraba el fondo que atesoraba.

La actual proliferación museística, en lugar de enriquecer el patrimonio, parece haberlo desvaído. Antes había un museo público excelente en Vigo, ahora existen cinco irrelevantes, tras haber dispersado el de Castrelos.

Su colección cedida por el Prado y el Museo de Arte Moderno pasa inadvertida. A muchos vigueses se lo ha descubierto esta solicitud de cesión. Se trata de uno de los cuadros llegados en la primera remesa. Es el "número 536 del catálogo del Prado. La virgen poniendo al Niño dormido. Tabla de Escuela lombarda, imitación de Correggio, de formato circular de 0,55 metros de diámetro". Así vino inscripto en 1935.

P.S. En 2015, cuando se cumpla el 80 cumpleaños de la llegada a Vigo de los primeros cuadros del Prado y el Museo de Arte Contemporáneo, sería una excelente ocasión para montar una exposición con todas las piezas cedidas a Castrelos. El escenario idóneo es el MARCO. Ayudaría a darle contenido con una pintura más propia del recinto que la que da nombre al museo. Hay tiempo para organizarla y recopilar los cuadros.