De lo que ya empieza a hablarse -aunque poco- es de quién va a ser el delfín de Beiras en Anova. Aunque avecilla cree que es asunto complejo, porque está por medio IU, y además el patriarca nacionata no es partidario de ese tipo de planteamientos, sobre todo después de la experiencia que tuvo con Quintana, que pasó de discípulo predilecto a malvado universal. Aparte de que, como es natural, nadie ose ni tan siquiera plantearlo directamente: habrá que prestar atención en el futuro a los síntomas. Uf.

Uno de ellos -de los síntomas- podría hallarse en el rumor según el cual el beirismo piensa en Martiño -Noriega, ofcourse- para la candidatura a la Alcaldía de Santiago. Su experiencia municipal se forjó en el vecino Teo, pero desde hace bastante tiempo suena como el hombre que podría encabezar el relevo generacional, primero en el Benegá y ahora en Anova. Su principal problema es que al principio no, pero desde que la cosa ya va bien hay overbooking de aspirantes. Ojo.

Avecilla, que es terquiña como ella sola, insiste en que pese a que falta mucho, en todas partes se manejan ya criterios para la preselección de nombres. Y, a la vez, se vigila la posibilidad de que aparezcan fricciones que podrían provocar cismas. Incluso en los dos partidos mayoritarios. En el Pesoedegá de Ourense por ejemplo, donde además no sería la primera vez, dicho sea de paso y como sin duda recuerdan en su staff. Lo que no se sabe aún es quién tomaría la iniciativa. ¿Eh?

En Pontevedra city -y también en Vigo, donde la risa va por barrios- es en el Pepé donde los granos pueden acabar en forúnculos. Por lo que respecta a la kapital de la provincia, la posibilidad de otra lista -que tendría una financiación suficiente porque cuenta con mecenas- es algo que ya se comenta en los círculos políticos habituales. Y aunque ahora mismo pocos apuestan por eso, de aquí allá hay cosas -y caras- que podrían cambiar, en algún caso, y aparte de con estrépito. con llanto y crujir de dientes. ¿Capisci...?