Dice Anacleto que está a punto de salir de imprenta una Epístola a los soeciatas -de autor que se deduce, pero que no firma- en la que, se advierte a los de esa iglesia que la filtrasao de las alegres pitanzas de Ourense fue cosa de los zapadores de Pachi. Y no sólo para cargarse el gobierno que formaron sus rivales de la city kapital y que según el entorno agrario de la dirección es una anomalía a la que le quedan tres misas, sino para algo más audaz: ganar las primarias allí, cosa que no estaba fácil. Uyuyuy.

Sí, vale, de acuerdo, el agente secreto es consciente de que hay quien quiere colocar al aún secretario xeral en todas las salsas conspiratorias para ver si así lo desgasta aún más, e incluso que algunos le llaman Rasputín -ya sabéis-, pero es que no resulta inverosímil que con el bochorno de las pitanzas de los poncios locales ourensáns, la parte que no le daría a Pachi -hoy por hoy, no le hace ni pugnetero caso- ni un apoyo en las primarias esté kaputt. ¿Y a quién beneficiaría eso? ¿Eh...?

Sea como fuere, lo que casi nadie discute es que entre lo de Ourense, lo de Lugo y lo herculino, el Pesoe de aquí parece la sacristía del Palmar de Troya, y en Madrid hay notable preocupación. Avecilla ya confirmó que los contactos directos, que los hay, entre Ferraz y Galicia -sobre todo por la parte sur- se han intensificado, y de allí se solicitó de Abel -the One- que deje de ver los toros desde la barrera de sombra, salga de una vez a la palestra y ponga orden. A la voz de ¡ar!

Y, antes de rematar por hoxe, otra cosa. De parte de avecilla que estéis atentos, porque en el organigrama de altos cargos de la Xunta podrían producirse novedades en las próximas semanas: hay ahí quien está ya hasta las narices de órdenes contradictorias y proyectos de quita y pon, y por tanto medita su dimisión. Algo que no preocupa demasiado a sus jefes -con una reserva de lameculos y tiralevitas muy bien surtida-, pero que puede hacer ruido porque los que saldrían son gente muy bien considerada en general. ¿Capisci?