Lo que está ocurriendo con la cadena de distribución de electrodomésticos Darty en España es un buen ejemplo de la importancia del vínculo del capital y los empresarios con un territorio. El cierre global, sin matices ni negociaciones solo puede explicarse por la insensibilidad social y la falta de interés que conlleva la lejanía.

Ante la situación de crisis en España y las perspectivas poco favorables no se evalúa el rendimiento de cada tienda; no se busca comprador interesado en mantener la actividad; no se pierde el tiempo en reestructurar el negocio y pactar soluciones. Se aplica cirugía mayor y se corta por los Pirineos. ¿Qué más da que haya tiendas de la cadena que van razonablemente bien? ¿Qué más da que la tasa de paro española aumente alguna centésima?

Si Darty hubiese seguido siendo San Luis en Galicia y en manos gallegas hoy estaríamos hablando de ajustes y negociación entre sindicatos y empresa; no de estampida y liquidación de una empresa a la que eso de la responsabilidad social corporativa parece quedarle lejos.

@SantiagoLagoP